martes, 22 de septiembre de 2009

Invierno en Primavera


La vuelta inesperada del invierno me agarró desprevenida; hoy no estaba suficientemente abrigada asi que me congelé literalmente toda la mañana, tanto que tuve que pasar por mi casa a mediodía a ponerme tres o cuatro pullóveres mas … .
Inentendible, ayer estaba tan lindo, sol a pleno, buena temperatura, la primavera llegó con todo, de donde salió este día gris, frío y lluvioso?
Y venía pensando cuantas veces uno se siente de pronto desubicado, en su entorno, en su edad, en su trabajo, en su vida bah.
A veces miro dibujitos y me río como si tuviera cinco años con Bob Esponja, y me pregunto, no estoy un poco vieja ya para esto? Otras me siento en el banco de una plaza y me quedaría alli como un jubilado mas, mirando pasar la vida, recordando tiempos mas felices y me pregunto, no soy joven todavía para esto?
Asi quedamos, desfasados, como los chicos que siguen con sus juegos en medio del horror de una guerra, como una perra que adopta un gatito y lo alimenta con el mismo empeño que a sus propios cachorros, como esa melancolía absurda que sentimos de repente en los momentos mas felices.
Fuera de contexto, como una carcajada en la situación mas dramática o en el minuto álgido de la pasión.
Son instantes nada mas, como este día de invierno inoportuno, para sacarnos del sopor de la rutina, mostrarnos que todo es un poco mas elástico de lo que creemos e invitarnos a mover un par de centímetros las estructuras mentales que tan bien armadas tenemos.