martes, 3 de marzo de 2009

La bandera de los loosers


En mi colegio el turno mañana izaba la bandera, el turno tarde la arriaba. En cada turno le tocaba una semana a cada curso, a la mañana se cantaba “Aurora”, a la tarde el “Saludo a la Bandera”.
Esta era una tarea reservada para los mejores promedios, los alumnos top, los demás ni nos acercábamos al mástil, solo formábamos en el patio y cantábamos sin demasiado entusiasmo ...... nuestro patriotismo era directamente proporcional a nuestras calificaciones. El honor de manipular la bandera no alcanzaba a los “loosers” .
Esa tarde el tema de la bandera le tocaba a nuestro curso; a eso de las 15 hs el cielo se puso negro y se escucharon los primeros truenos. “Ya esta lloviendo! Hay que cerrar las ventanas y bajar la bandera” – chilló la maestra – “a ver, Juan y Ana, vayan a buscarla , rápido antes de que llueva mas fuerte!”.
Salimos disparados con Juan hacia el patio, “dale apurate , vos anda bajándola que yo busco la caja” - le dije. La bandera se guardaba dentro de una caja de madera debajo del mástil, donde también estaba la ruedita que manejaba el mecanismo de izado o arriado.

Alli estamos entonces los dos solos. Cada vez llueve mas fuerte, saco la caja y la abro, dispuesta a que Juan me pase la bandera para guardarla , pero cuando levanto la vista la veo flameando alto todavía, está bajando si, pero muy despacio, no llega ni a la mitad del mástil: -“Dale que pasa? Esta trabada? Dale Juan que nos vamos a empapar!”-. Juancito no me escucha, está como hipnotizado, gira la ruedita despacio mirando la bandera y lo escucho cantar bajito. “- Juaaaaannnn! Movete, que hacés?". - “Salve argentina, bandera azul y blanca ...pará ….nunca bajé la bandera … cantá conmigo, cantá dale”- me dice. Está emocionado! Yo nunca había sentido ese tipo de emoción “patriótica” (y tampoco me ha vuelto a pasar muchas veces) sin embargo le obedezco sin entender mucho porqué, canto junto con el en voz baja mientras miro como va bajando la bandera.
Ahora llueve fuerte, nos estamos haciendo sopa mientras la maestra nos hace señas frenéticas desde la ventana para que entremos; de reojo la vemos, pero hacemos como que no.
Juan y Ana por única y última vez en toda su carrera escolar, son los elegidos para arriar la bandera, y no van a desaprovechar la oportunidad. Ni a Juan ni a Ana les alcanza el promedio para repetir la hazaña, así que es ahora o nunca, sin fotos, sin testigos, sin poder avisarle a nadie! A dúo cantan el “Saludo a la bandera” entero, guardan todo, se sonríen uno al otro y vuelven al salón chorreando agua pero contentos, a pesar de la cara de ogro de la maestra.

Teníamos 9 años, estábamos en 4to grado y nunca habíamos cruzado mas de dos palabras con Juan hasta ese día; a partir de alli se creó una conexión entre los dos que sigue hasta hoy.
No muchos conocen la historia. Lo que compartimos con Juancito ese dia, “la bandera de los loosers”, quedó como uno de los mejores recuerdos del cole, un guiño entre los dos, un pequeño acto de justicia finalmente, porque los loosers también tenemos bandera … .