miércoles, 27 de junio de 2012

Este Jueves Relato: En los zapatos de otro ...



Por un rato me calzaría los zapatos de un hombre, un rato nada mas porque ser mujer será mas complicado, pero es bastante mas entretenido.

Y entonces no tendría  - por ejemplo – que ofrecerme para lavar los platos después del almuerzo familiar ... solo me rascaría la barriga, me estiraría y preguntaría: “che, a que hora empieza el partido, me hacés un cafecito???”

Me atrincheraría en el baño de mi casa durante una hora cerrando la puerta con llave, cadena y tranca (¿porqué cierran el baño como si fuera la cámara del tesoro del Banco Central?), provisto de el diario, un par de libros, el mate y la guitarra (juro que en mi familia hay un ejemplar que va al baño con la guitarra, Dios!) y por fin! me enteraría de que es lo que hacen alli dentro con todo eso … .

Jamás pasaría por mi cabeza un pensamiento del estilo “falta un mes para el verano y yo en este estado calamitoso!!!” . Solo rebuscaría mi vieja malla verde flúo en el fondo del placard, y me la pondría muy orondo, importándome un cacahuete los kilos demás, los michelines desagradables, y lo que dirán mis amigos cuando me vean con la misma malla que uso desde los 14 … .

Llegaría a la cena de Navidad a las 22 hs, de buen humor, bañado, peinado y con los dientes cepillados. No tendría la menor idea del menú, alguien mas se habrá ocupado de eso, de los regalos, de reunir a la tía, la abuela y el cuñado que no vemos nunca ... . La Navidad es mágica si señor, Jingle Bells!

Si tuviera que asistir a una fiesta, media horita antes me bañaría, me pondría un rico perfume (“ahhhh que bien huelo!”), la camisa recién planchada estaría sobre la cama, los zapatos bien lustrados y ... las medias grises??? donde están??? “DONDE ESTÁN LAS MEDIAS GRISES CHE??? Ahhh, gracias, ¿cómo? todavía no estás lista??? Pero dale! Apurate! Siempre la misma vos!”

Me cortaría las uñas de los pies con mi alicate preferido (“prohibido tocar mi alicate y/o usar mi afeitadora, atrevida!”) justo en el medio del living, “que tiene de malooo? es un lugar como cualquier otro, después se barre y listo!” (nótese el uso del “se”, claro, la escoba barre sola …)

Saldría de vacaciones sin preocuparme en hacer la valija, total con tres remeras, un pantalón y un par de ojotas ya estoy listo. “Y vos donde vas con semejante equipaje, te creés que nos vamos 6 meses a China???” “Me trajiste el slip rojo? Como que tenía agujeroooss??? Noooo, no me digas que lo tiraste!” (Si, lo tiré mugriento!)

Un saludo cariñoso a todos los señores que pasan por San Ignacio, igual los queremos!

Seguimos probándonos zapatos en lo de Gastón

domingo, 24 de junio de 2012

De códigos y bóndigas ...




Doña Rita la correntina, mil años, bueno mil no pero así la veía yo desde mis 6 o 7. 
Infaltable el delantal con bolsillo sobre la ropa, siempre uno distinto, no salía sin el. Y en el bolsillo llevaba caramelos que nos convidaba cuando la abuela se paraba a charlar con ella camino del mercado.
De lo que decía nosotros le entendíamos menos de la mitad y mi abuela que además era un poco sorda con suerte se enteraría de un 10% de la conversación. Pero igual charlaban.  Y comentaban las novedades del barrio. Ideaban estrategias para que el bicherío no se masticara el malvón blanco. Y se pasaban recetas.
“Que se come hoy Doña Rita?” – preguntaba la abuela
“Ay Ña Juli, ñemandá la feria, mi trajnepicada, hice bóndigas de hormiga! – contestaba Rita con una gran sonrisa.
“Que rico, después me pasa la receta? – decía la abuela como si nada.
Doña Rita come hormigas? Dijo que come hormigas!. No entendíamos nada.
Nunca supimos que quería decir la vieja con eso de “bóndigas de hormiga”. Albóndigas claro, pero ¿y lo de hormiga? barajamos las posibilidades mas absurdas pero el enigma quedó sin resolver.

Hace poco vamos con mi hermano a comprar comida hecha. Mientras estamos en el trámite de elegir, me da un codazo y me señala una fuente humeante llena de bolitas en salsa roja: “¡bóndigas de hormiga!” las palabras salen al unísono y nos da un ataque de risa ante la mirada atónita de la empleada.
 Los pequeños recuerdos que se comparten con alguien, son como códigos secretos, indescifrables y tontos para los demás, inestimables para nosotros. Hilos invisibles que nos unen al otro, botones que están esperando que uno los apriete para disparar la sonrisa y la nostalgia. 

miércoles, 20 de junio de 2012

Este Jueves, Relato: Mis jueves


Jueveros: gente, buena gente.




Hace unas semanas una pregunta lanzada al aire por mail despegó y recorrió territorios en pocos segundos. Una pregunta cortita y allí estaban todos, tratando de buscar información, de aportar ideas, mandando mensajes, llamando por teléfono. Sonaron los tambores en la tribu juevera, en el cielo aparecieron las señales de humo, se sumaron las palabras y las voces. Me sorprendió la rapidez y la contundencia de la respuesta.
Entonces digo, que importa si nuestros escritos son supremos o modestos, que importa si a veces no estamos inspirados, que importa si nunca ganaremos premios ni nos darán el Cervantes. No nos juntamos por eso. Nos juntamos por el gusto de hacerlo, por los sueños compartidos, por “la próxima zanahoria”, por el afecto que es real en un espacio imaginario que no podemos ver, ni oler, ni tocar pero está allí.
Esto que tenemos supera todos los detalles, las pequeñeces, los desacuerdos, las nacionalidades, las creencias, las culturas.
En este lugar somos simplemente gente, nada mas y nada menos. Gente arremolinada alrededor del día jueves empujada quien sabe por que vientos, gente que se alegra de verse sin conocerse, que pone en marcha el mecanismo de lo que nos define como humanos: el sentimiento .


Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales;
que con solo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca
llega a todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria

Hamlet Lima Quintana

Mas Jueves en el Daily

sábado, 16 de junio de 2012




Para los que los que estrenan la profesión, para los padres con experiencia; para los de sangre, para los del corazón; para los gordos, para los flacos; para los altos, para los bajitos; para los divertidos, para los serios; para los que entienden y bancan siempre, para los que tratan de entender; para los de 20, para los de 80; para los que hacen lo posible, para los que hacen lo imposible; para los que están, para los que se fueron.

Para el mejor, el mío. Aguante Jackson viejo!

Para todos: FELIZ DÍA!   

jueves, 7 de junio de 2012

Este Jueves, Relato ... Encadenado

La historia de este jueves comienza en lo de Encarni. Aqui dejo mi aporte, que continúa en lo de María José


¿Marta ya estuvo aquí? – Jenaro no comprendía - ¿Cómo? ¿Cuándo? Entonces … tu … la bruja … el mapa … 
- Si hombre, claro – respondió Sonsoles mientras tironeaba de la manga de su chaqueta – vamos entra no hay tiempo, pronto amanecerá y debo explicarte muchas cosas.
Se deslizaron silenciosamente dentro del convento. En la oscuridad de la noche atravesaron con sigilo el patio principal hasta la celda de Sonsoles.
¿No tendrás algo para comer? Estoy famélico – cuchicheó Jenaro.
- ¡Shhhh silencio idiota! – ordenó la monja – ¡ni comida ni hostias!, tenemos sólo unos minutos antes de que suene para maitines. Si llegaran a descubrirme aquí contigo sería el final.
- Vaya modales para una sierva de la iglesia! – masculló Jenaro sorprendido por tanta rudeza.
- Déjate de tonterías y pásame el puñetero mapa – dijo Sonsoles alargando la mano - ¿y bien? ¿estás tonto o que? ¡Dámelo ya!.
Iluminada por la débil llama de la vela la monja vió la expresión de desconcierto de Jenaro mientras este rebuscaba en los bolsillos de su chaqueta. La desesperación lo ganó en pocos segundos. – No lo encuentro, se me debe haber caído al bajar del auto o tal vez en el patio …
- Pero, ¿serás imbécil? ¡Vamos, vamos a buscarlo! – gruñó Sonsoles empujándolo hacia el pasillo.
En el patio se distinguía ya la tenue luz del amanecer. Una silueta se recortó de pronto junto al portal y una voz chillona los dejó paralizados:
- ¿Quién anda ahí? ¿Quién es?

martes, 5 de junio de 2012

Por la vuelta ...





Pongo estos seis versos en mi botella al mar 
con el secreto designio de que algún día 
llegue a una playa casi desierta 
y un niño la encuentre y la destape 
y en lugar de versos extraiga piedritas 
y socorros y alertas y caracoles.

Mario Benedetti

Mi botella ya la tiré, lleva adentro un abrazo gigante para que lo sostenga y le dé ánimos. Aquí estamos, todos en la orilla esperando verlo llegar sano y salvo después de la tormenta.
Apúrese.-