viernes, 30 de abril de 2010

Hacelo hablar




Pieter Brueghel el Viejo, neerlandés, 1525-1569 aprox.

Obra: “Los proverbios flamencos”, óleo sobre tabla de roble, también conocida como “La capa azul” o “El mundo al revés”. Representa una colección de proverbios (algunos aún en uso); según parece se han identificado mas de 100 dentro de la pintura (esto asevera la Wiki, yo no reconocí ni uno; les dejo el enlace por si les interesa)

No, no se asusten que no voy a hablar de pintura; me encantaría pero no sé nada sobre este arte.
La idea era en principio tratar de reconocer los proverbios (sin mirar el enlace claro no se hagan los vivos) pero está difícil, se vé que los proverbios neerlandeses de esa época son un tanto diferentes a los que usamos por aquí actualmente; o quizás ... ufa, está bien! quizás son iguales pero yo no los encuentro, eso querían que dijera? Ok, ya lo dije.
Lo interesante de esto es que es una especie de Buscando a Wally versión siglo XVI. Como que “que tiene de interesante?” Bué … asi no se puede che!

Entonces, aquellos lectores astutos que reconozcan algún proverbio lo señalan y los que como yo no ven ni medio proverbio, hacen hablar a algún personaje de la pintura y lo hacen decir lo que uds quieran, o lo hacen dialogar con otro, o le ponen título a la obra (total ya tiene 3, uno mas ...) o miran solamente o hagan lo que quieran bah!

Para que sea mas fácil dividí la pintura en siete sectores (perdón Viejo ... digo Sr. Viejo ... digo Sr. Brueghel), sino se complica ubicar el personaje elegido. Hagan click en la imagen y luego la acercan con el zoom, es increíble la cantidad de pequeños detalles que pueden verse.
Les deseo a todos un feliz día del trabajo mañana, descansen y pásenlo bien.

lunes, 26 de abril de 2010

A la hora señalada


Jefe: … y recién termino de hablar con García, te estuvo esperando en Colegiado 2º para firmar el poder, y vos no apareciste, que pasó? te olvidaste?

Any: No, yo estuve alli a la hora convenida

Jefe: Bueno, García me dice que no fuiste, no creo que me mienta ...

Any: No sé, yo estuve alli a las 8:30 en punto como convinimos; antes de las 9 tenía que estar en la 3era, ud me dijo que pasara por alli antes de las 9, recuerda?; a García lo esperé hasta las 8:55 y pensé que no venía ...

Jefe: Tendrías que haberlo esperado poco mas; el me dice que se viene desde Funes hasta Rosario para firmar el poder y resulta que no hay nadie. No hay que ser tan impaciente, podés esperar unos minutos ...

Y fue demasiado, si hubiera tenido algún elemento contundente a mano creo que lo hubiera usado con gusto ...

Any: Yo lo esperé ... 25 minutos lo esperé. Y no es la primera vez; a Garcia lo he esperado 40 minutos, 50 y hasta mas de una hora. Me parece una falta de respeto tener que esperar esa cantidad de tiempo porque si, porque el Sr. Garcia acostumbra a llegar tarde. Ni llamarlo puedo porque apaga el celular. Yo estoy trabajando, el viene desde su casa si, pero sin apuro porque no tiene nada que hacer (es jubilado). Mi tiempo vale tanto o mas que el de el, no es impaciencia, es cansancio de que me pasen por arriba, yo no lo espero mas; no lo tome a mal, pero yo no voy mas a firmar con Garcia, dígale a alguna de las chicas ...

No sé como dije todo eso, creo que ni cuenta me di. Menos mal que sonó el teléfono y me cortó la inspiración. Debe haber sido San Cayetano, que no quiere verse mezclado en el ímprobo esfuerzo de andar buscándome un nuevo empleo. Me da la impresión de que no estoy haciendo muchos méritos para el aumento ja!

A muchos podrá parecerle un estupidez, a mi la puntualidad me parece importante, sobre todo en el trabajo. Hacer esperar a la otra persona, que todo se retrase porque yo no tengo la capacidad de llegar a la hora pactada, porque soy un tarado que no tiene ningún control sobre el tiempo ... me parece mal. Obviamente que hay eventualidades, algo puede pasar, puede haber razones que te retrasen una, dos, tres veces ... siempre no; unos minutos ... media o una hora no.
Leí por ahí que los galos para asegurar la puntualidad en las grandes asambleas de representantes, tenían la costumbre de matar sin excepción al último en llegar a las reuniones ... medio drástico, pero efectivo sin dudas.
Se lo voy a contar a Garcia si lo vuelvo a ver.

miércoles, 21 de abril de 2010

Este Jueves Un Relato: Intimidad


El concepto de intimidad – como casi todos los conceptos – está en construcción durante la niñez.

Rosario, 4 años, sobrina, curiosa, confianzuda (y “zezeosa”) está en plena tarea de construir tal concepto.

Any: Bueno Ro, salí que me voy a poner la malla

Rosario: Yo también me voy a poner la malla

Any: Ok, andá a cambiarte al baño entonces

Rosario: No, porque?

Any: Ya te dije, porque me tengo que desvestir para ponerme la malla

Rosario: Yo me quedo, te quiero ver laz tetaz

Any: (con un ataque de risa pero intentando mantenerme seria) Ehhh??? … que tetas ni que ocho cuartos! No, no, no, … uno no le anda mirando las tetas a todo el mundo. Sali, andate!

Rosario: Porque? Yo a mi mamá se laz veo …

Any: Bueno, no sé … tu mamá es una cosa, pero toda la otra gente … no … es diferente (en realidad me descolocó, no sé que decir). En la playa por ejemplo, las mujeres no muestran las tetas … usan malla … como la tuya, vos tampoco mostrás las tetas en la playa … (maldición! que se vaya de una vez!)

Rosario: Yo no tengo tetaz grandez, tengo tetitaz

Any: Bueno mas grandes, mas chiquitas … son todas mas o menos iguales …

Rosario: No, mi mamá tiene unaz tetaz … azi … chiquitaz (me muestra con las manitos); en cambio la abuela tiene unaz tetaz laaaargaz …(remata estirando los bracitos hasta el piso)

Glup!


Le comento el episodio a mi madre (la abuela de Rosario)

Any: … ahjajajaja, y mirá lo que me contestó … vos también … para que te cambiás delante de la chica?

Madre: Pero! Que querés que haga? Eso no es una nena, es un demonio!!! cada vez que me voy a cambiar, espero que no haya nadie, cierro la puerta, miro para todos lados 20 veces … basta que me saque el corpiño para que aparezca, asi … de la nada … chinita de porquería!

Esperemos que a Rosario se le pase pronto ese interés exacerbado por la anatomía ajena y comprenda que no todos tienen un concepto de intimidad tan “liberal” como el suyo, sino va a tener un par de problemas en un futuro cercano.


Para seguir leyendo Intimidades pueden pasar por lo de Gustavo

lunes, 19 de abril de 2010

Frikihábitos: Dietas


Si ya probó la dieta de la manzana y la de la luna; si ya trató con la Dieta Atkins y la South Beach (ud es tan cool!); si tiene una foto de Cormillot en su mesita de luz (argggh que mal gusto che!) y sigue todos y cada uno de sus consejos; si se gastó una fortuna visitando al Dr. Ravenna emulando a Susana Giménez y quedó como ella (ud. es un nabo, disculpe que se lo diga asi); si siguió todos los consejos para adelgazar que le dieron sus amigos, el portero, la señora del kiosco, la revista Para Ti, el curandero de la otra cuadra y hasta el médico. Si respetó todas las instrucciones: tomar entre 2 y 3 litros de agua, hacer las 5 comidas, no comer entre horas, no servirse grandes porciones, masticar lento, hacer ejercicio, etc, etc, etc … y no adelgazó mas que 150 grs., déjese de jod … ehhh no, quiero decir, no desespere! he aquí la solución:
Ayer fui a Carrefour a comprar alimento para nuestra perra Alenka; galletas para perro “Fido”, sus preferidas. Ya estaba en la cola para pagar cuando una señora detrás de mí me preguntó: “Ud. tiene perro?”. Estuve a punto de contestarle una grosería, sin embargo en un impulso le contesté: “No, he recomenzado con la dieta Fido; aunque en realidad no debería, dado que la última vez terminé en el hospital. Pero es que había perdido 25 kg antes de despertarme en terapia intensiva lleno de tubos y con respirador artificial …” . La vieja picó, me miraba cada vez mas interesada en mis palabras, lo cual activó mi imaginación. “Es fácil y barato, basta con llenarse los bolsillos de galletas y comer una o dos cada vez que uno siente hambre”. A esta altura todas las personas de la fila escuchaban atentamente mi historia. “Lea aquí, ve? La composición nutricional de las galletas es perfecta, tiene todo lo necesario, asi es que voy a probar nuevamente”. La vieja me miró horrorizada y preguntó: “Pero no me dice que se intoxicó con esas galletas y terminó en el hospital grave y lleno de cables?” “Intoxicarme? No, para nada, estaba yo sentado en medio de la calle lamiéndome el culo cuando me atropelló un auto …”

Bueno es una posibilidad, si quiere probar …

jueves, 15 de abril de 2010

El Muro

Hay muros que no se pueden traspasar. Uno intenta, trata, le pone voluntad, trabaja, le pone onda. No hay caso, el Muro no cede, nada, ni un centímetro. Lo peor es que a un costado uno ve a otros traspasar fácilmente el Muro, otros que son igual a uno, que no tienen mas méritos, ni mas virtudes, ni mas valía, ni siquiera tienen que esforzarse demasiado … empujan suavemente y el Muro cede . Y entonces uno se desespera. Porqué todos pasan y uno no? Como puede ser? Uno redobla los esfuerzos, se disfraza un poco, aguza el ingenio, perfecciona las tácticas … pero todo es en vano, el Muro sigue alli inconmovible, insuperable.
Un día desde el otro lado arrojan un mendrugo, y uno que está hace tanto tiempo alli, agazapado esperando una señal, un guiño, algo … uno toma esa limosna como una esperanza, de que por fin se abra una hendija, un mínimo espacio por donde colarse. Error, ese hueso que a uno le tiraron desde el otro lado fue solo a los fines entretenerlo y de que uno se deje de joder. Y a uno se le arruga el corazón de pena, porque no entiende, si por lo menos entendiera las razones, si pudiera saber porque … .
Y es que en realidad no hay razones, no hay explicaciones, no hay argumentos, es porque si, “vos no pasás y ya, listo, fuera, andate”.
Porque uno se emperra de esa forma? Si está tan claro que a uno no lo quieren del otro lado, si está tan claro, tan putamente claro, que uno no lo ve. El Muro le gana a uno por cansancio, no porque uno sea lúcido, no porque uno sea sensato, no porque uno tenga la inteligencia suficiente para aceptar lo evidente. Por cansancio simplemente, un día uno se cansa, levanta el resto de dignidad que le queda y se va con la música a otra parte. Sin mirar atrás eso si.

domingo, 11 de abril de 2010

Frikihábitos: Furia electrodoméstica


Seguramente ud no conversa con sus electrodomésticos. Salvo que tenga algún problemita serio en su psiquis, ud no se levanta y saluda con un “Buen Día” a su cafetera o a su horno microondas. Pero por alguna extraña razón, si algún aparato de su casa deja de funcionar, ud intentará iniciar un diálogo conciliador con la secreta esperanza de que el aparato adquiera mágicamente la capacidad de escucharlo. Y no me diga que no.
La cosa empieza en un tono cordial, cariñoso, casi un ruego le diría “porque me hacés esto, no te vas a descomponer justo ahora no? dale, dale se bueno por favor, arrancáááá!!!” le dice ud dulcemente al oído, pasando la mano amorosamente sobre su superficie. Nada, el muy cretino ni se mueve, no emite ni una señal de haber escuchado.
“Entonces será cuestión de ordenarle” – piensa ud. con cierta lógica – “dale che, que no tengo todo el día, arrancá de una vez!” … cri cri cri … nada. La cosa va subiendo de tono en cuanto a léxico y a decibeles de la voz: “Ahhh!!! Asi que te hacés el duro eh? arrancá carajo! cachivache de mierda! quien me mandó a comprar esta porquería!” Aqui es donde ud. se acuerda de la madre del aparato, de la madre del que se lo vendió y de la familia completa del fabricante del producto.
Si aun asi el cascajo se resiste a arrancar - que es lo mas probable - ud. notando que su piel va tomando un tinte verdoso y con la vena a punto de explotar, inicia la fase violenta, a saber: unos golpecitos secos con la palma de la mano abierta, como pequeños incentivos, que van creciendo en intensidad y se transforman en cachetadas, como esas que sueña con darle a su peor enemigo. A continuación la mano se transforma en un puño, y ud. que es admirador del pacifismo, de Ghandi y hasta del movimiento pro defensa y conservación de la piraña asesina del Amazonas, se encuentra a si mismo aporreando al aparatito cual si fuera el encargado de darle su merecido a todos los miembros del KKK de a uno en fila.
Pasado el momento de violencia irracional llega la etapa del arrepentimiento; ud. toqueteará una vez mas todos los botones, palancas, enchufes, en forma aleatoria y desesperada, y se autorecriminará amargamente por haber dejado el aparato en condiciones lamentables. Total que ahora además de no poder usarlo, tendrá que llevarlo al service y, peor aún, explicar porqué el cacharro luce como si le hubiera pasado un tractor por encima. Que eso es lo que argumentará claro; ud. no quiere que nadie se dé cuenta de que esa persona en apariencia atildada y correcta, es en realidad un freak-energúmeno de la peor calaña.
No, ni sueñe con poder usar la garantía.

viernes, 9 de abril de 2010

Confesiones de Otoño - Premio Kreativ


Hace un tiempete Mai me pasó este premio con confesiones y me venía haciendo la burra bastante bien, hasta que hace un par de días me lo volvieron a pasar. Esta vez fue el Sr. Carugo. Asi que medio que ya no tengo escapatoria.
Agradezco a ambos por tan inmerecida distinción, lo dejo aquí para que el que guste se lo lleve y van las 7 confesiones solicitadas:


1- Este meme me vino bárbaro porque tengo el cerebro paralizado, la imaginación y las ideas se fueron de vacaciones a un spa. Ehhhh!!! vuelvan! o llévenme con uds mínimamente!

2- Me robo los sobrecitos de edulcorante de los bares; si, que me miran asi? Ya sé que los podría comprar, pero no sé, es una manía … en realidad no compro edulcorante porque aspiro a acostumbrarme a tomar cualquier tipo de brebaje sin nada, pero mientras tanto …

3- Me gustan las lechuzas (los que suelen pasar por aquí ya lo saben) y los cocodrilos; bué … si me van a poner caras con cada cosa que digo …
Nunca lo cuento, justamente porque la gente te mira como si hubieras dicho que sos pariente de la Familia Adams (aunque ahora que lo pienso …). Cuando era chica estuve en el Gatorland y quedé fascinada con estos bichitos; tengo que volver algún día … .

4- En mi casa el televisor está en el living, en el cuarto no tengo; son muchas las noches en que me quedo dormida en el sillón mirando la tele y me despierto 2 o 3 de la mañana agarrotada por la posición; entonces me paso a la cama y no me puedo dormir, maldición …

5- No tomo cerveza, no me gusta; a veces el entusiasmo de los demás por esta bebida me hace replantear mi postura e intento sumarme al gusto popular, da envidia verlos con esos vasos gigantes, relamiéndose los bigotes de espuma blanca con deleite. A todos les encanta tomarse una birra, “una cervecita” sobre todo en los días de mucho calor; bueno ... a todos menos a mi …
Mozzz ... un ... hic ... vino ... hic ... tinto por favor ... hic ... .

6- Cuando me duele algo primero me autodiagnostico y me automedico. Tomo todo lo que me recomiendan; cuando por fin llego al médico además de la patología original, tengo otros problemas ocasionados por andar tomando cualquier cosa, pero salvo caso de vida o muerte jamás confieso mi vocación farmacéutica delante del galeno, ja! Lo único que me faltaría sería que me cague a pedos …

7- No tengo lavarropas, ni aire acondicionado, ni horno microondas, ni heladera con freezer, ni dvd, ni cámara digital … mi tecnología personal es casi medieval (Eureka! aquí es donde encajaría el foso con cocodrilos, pero no creo que a los vecinos les entusiasme la idea, que pena). Igual no me interesa demasiado, si tengo una moneda que me sobre, armo mi bolsito y me voy de viaje. Creo absolutamente que viajar es el dinero mejor invertido.


Les debo las imágenes porque tengo poquito tiempo, se supone que estoy trabajando ahjajajajja!

jueves, 1 de abril de 2010

La PochoCola: Reedición


Esta historia la subí el año pasado; cuando llega la Pascua este recuerdo vuelve inevitablemente, en especial si se da la posibilidad de que nos reunamos todos para esta fecha. En la charla de sobremesa La Pochocola es un clásico.
Javier sigue convencido de que sus actuales problemas de acidez estomacal comenzaron con La Pochocola; mi madre insiste en que debió encerrarnos en un reformatorio a edad temprana. Y nosotros opinamos que deberíamos haberla denunciado a minoridad por obligarnos a tomar el jugo que preparaba Pocho, en fin … .
Que descansen mucho y disfruten estos días libres.


Siempre me gustó la Coca Cola, mas aun cuando era chica, creo que porque en casa la Coca tenía la entrada prohibida. Mi madre siempre pensó que esta no era una bebida sino un brebaje demoníaco que arruinaba los dientes, el estómago y las mentes infantiles; producía adicción además, teníamos que tomar y tomar hasta ver el fondo de la botella, no podía guardarse “para después”, “para mas tarde”; si había Coca se tomaba toda de un saque, y nos peleábamos como leones furiosos por un sorbo mas o menos “ El tomó mas!” “Salí nena, dame la botella!”!
El único que respaldaba nuestro vicio era papá, que nos dejaba tomar toda la Coca Cola que nos diera la gana durante el mes que pasábamos con el; pero claro, al viejo lo veíamos - con suerte - una vez por año, no nos alcanzaba. Cuando volvíamos de su casa era un suplicio volver a tomar ese jugo concentrado espantoso que compraba mamá. Seguramente y a juzgar por la apariencia mugrosa de Pocho, el sodero que lo fabricaba, ese líquido en bidón, de color fosforescente, sabor incierto y pretensiones de jugo de naranja, era 20 veces mas insalubre, infecto y nocivo que el elixir prohibido.
No entiendo como mi madre, por lo general bastante remilgada, permitía que tomáramos esa pócima coloreada, que de casualidad no hizo que nuestros estómagos se secaran y se cayeran . Lo que no te mata te fortalece dicen, doy fe.
Para peor, en un rapto de inspiración a Pocho se le ocurrió fabricar una bebida para diluir con sabor a cola. A mi progenitora le pareció una genialidad y compró cuatro bidones de esa cosa intomable, que quedaron intactos después de que Pablo la probó y la escupió sobre el mantel con cara de asco. Después de eso ninguno de los otros quiso arriesgarse con la Pochocola.

Recuerdo esa pascua de principios de marzo, soleada y calurosa. Estábamos atrás, a la hora de la siesta, en la pequeña pileta de lona remojándonos sin mucho entusiasmo.
“Ojalá la pileta fuera mas honda, para poder tirarse de bomba” – dijo Pablo
“Mirá si el agua fuera Coca Cola, me tomaría toda la pileta con una pajita!” – dijo Leo – “Che ... y si hacemos Coca acá adentro?”
Nos pareció una idea absolutamente brillante. Buscamos los cuatro bidones de cola para diluir que habían quedado llenos y los volcamos completos dentro del agua sucia de la pileta.
“Dale probalo” - me apuraron los dos sátrapas al unísono
“No, ni loca, porque no lo probás vos, ... o vos?” - contesté retrocediendo – “ O llamalo a Javi, el lo va a probar”
Javi estaba adentro mirando los dibujitos, pero llegó corriendo cuando escuchó que lo llamábamos a coro, justo a el , al que siempre estábamos intentando sacar del medio para que no molestara.
“Querés Coca Javi?”- preguntamos mirándolo expectantes
Los ojitos de Javier se abrieron como platos: “Es Coca????” – preguntó extasiado.
“Siiiiii, acá tenés un vaso, tomá dale” – alentamos eufóricos.
Javi llenó el vaso y tomó. “Esta buena?” – preguntó Leo. Javi no contestaba, seguía tomando. Tan entusiasmados estábamos que no escuchamos la puerta del patio ni los pasos de mi madre.
“Que es esto? Que están haciendo? Que estás tomando por Diooos? - gritó desesperada
“Los chicos hicieron Coca, querés?” – contestó Javi sonriente.
“Desgraciados!!! Escupí, escupíiiiiiiiiiiiiiiiiiiii !!!!!!” – chilló mamá en estado de histeria total. Lo llevó al baño y le hizo vomitar todo el líquido, mientras nosotros salíamos disparados a la casa de la abuela que vivía a dos cuadras.
Esa pascua no hubo conejos, ni huevos de chocolate, ni rosca con premio para nadie. Estuvimos no sé cuanto tiempo castigados. Lo bueno es que tampoco hubo mas jugo de Pocho en casa. Claro, de Coca Cola ni hablar; agua … agua de la canilla para todo el mundo.