jueves, 17 de marzo de 2011

Este Jueves Un Relato: El Concierto


Rafaella saluda: “Hola Argentina, Hola Rosario … 03 03 …” y el estadio entero responde: “4 5 6 !!!”. Las primas saltan de los asientos dispuestas a cantar y bailar cada una de las canciones sacudiendo las pelucas de colores que han comprado en la entrada. Es el primer concierto de las tres, un recuerdo que compartirán para siempre. El tiempo vuela y las primas quieren que el show nunca termine. “Otra! Otra! Otra!”. La Bibi se queda sin voz, la Vero pierde los aros de tanto revolear la cabeza, la tercera se deja invadir por el sonido, el ritmo le retumba dentro produciéndole una rara felicidad. Mas tarde dirá en su casa que la música “le golpeaba en el pecho” y todos la mirarán como si estuviera chiflada.

Una adolescente camina distraída por Florida. De pronto un sonido capta su atención: un viejo barbudo y mal vestido toca el violín en medio de la calle. Bueno … si se le puede llamar violín a algo armado con una lata, una madera y unas cuerdas. Sin embargo el sonido de ese estrafalario instrumento y la entrega del mugriento luthier al ejecutarlo la conmueven. Se para a escuchar y se queda allí largo rato. Cuando termina el concierto, alguien le pregunta si se siente bien. Y es que sin haberlo notado está llorando: la música ha vuelto a golpearla.

Septiembre de 1997. Soda Stereo se despide en el estadio de River. Y allí está ella otra vez, perdida en la multitud, compartiendo con 5 amigos y 60.000 desconocidos la emoción y la tristeza del adiós. Sabe que será la última vez que los vea tocar en vivo y siente que junto con el “Sueño Stereo” se terminan también algunos de sus propios sueños, esa es la sensación que la acompaña todo el tiempo. Corea cada tema y las imágenes se amontonan en su cabeza ... .

El concierto está a punto de ser pasado; el “Gracias ... totales!” final de Cerati golpea inevitablemente su corazón . Ella marca mentalmente el momento en su memoria. El recuerdo de esa noche será un punto de referencia en el tiempo y una pequeña reserva de felicidad para los tiempos difíciles.

Que concierto recordás especialmente?

Otros intérpretes en casa de Gustavo

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miércoles, 9 de marzo de 2011

Este Jueves Un Relato: Ella


Yo era un ama de casa como tantas. Sin terminar el secundario me casé muy joven y me dediqué a mi familia – Jorge mi marido y mis hijos Carlos y Mónica –; no trabajaba ni me ocupaba de otra cosa que no fuera mi casa.
Aunque era una época de efervescencia política yo no participaba. Jamás me había interesado en el tema, vivía feliz en mi mundo de cacerolas y tejidos, dependiente en todo de Jorge que se encargaba hasta de pagar los impuestos.
Mis chicos empezaron a militar en el colegio, su compromiso y conciencia social fueron incrementándose conforme crecían. Trabajar por los demás los hacía felices.
Ambos desaparecieron con diferencia de horas y esto fué un mazazo en la cabeza para nosotros. A Jorge lo ganó la depresión, se pasaba días tirado en la cama mientras yo gritaba y le suplicaba que se pusiera en pie e hiciera algo. Pero el no podía, el cuerpo no le respondía.
Sin saber que hacer o por donde empezar vagué por comisarías, cuarteles y hospitales buscando algún dato, alguna pista de mis hijos. No sabía si estaban vivos o muertos. No sabía dónde ir, cómo moverme, ni a quién dirigirme, no entendía de abogados ni de habeas corpus. Mi cabeza era un torbellino, estaba desesperada, desorientada, aterrada.
Una tarde, después de mucho llenar papeles y caminar sin sentido de un lado a otro, la angustia acumulada durante meses explotó; me desplomé en un banco de Plaza de Mayo a llorar como nunca antes. Y entonces las vi. Eran unas veinte mujeres de mi edad, vestidas como yo – salvo por el detalle del pañuelo blanco en la cabeza – caminaban en silencio de a dos alrededor de la Pirámide.
“Quienes son?” – pregunté a un viejo que también se había detenido a observar. “Las Locas de Plaza de Mayo” – me respondió – “Se juntan aquí todos los jueves a pedir por sus hijos … caraduras! Se hubieran ocupado antes de saber en que cosa rara andaban esos hijos ... “ Pero yo ya no escuchaba. Cuando terminó la ronda me acerqué y les hablé. No sabía como explicarme, pero ellas comprendieron rápidamente. Me citaron para que las visitara al día siguiente en el lugar donde se reunían. No fui. Tenía mucho miedo. Volví el jueves siguiente a la Plaza y las contemplé de lejos, no podía acercarme pero tampoco podía irme. Y otro jueves, y otro ... . Pasaron dos meses. Un día encontré en el fondo de mi bolso el papel donde había anotado la dirección de estas mujeres. No sé como llegué alli, no lo recuerdo, estaba como en trance.
En ese lugar escuché muchas historias parecidas a la mía y encontré por fin gente con quien hablar de este tema que la mayoría evitaba. Me invitaron a unirme a las rondas en la Plaza.
“Yo no puedo, no tengo fuerzas, tengo miedo, no sé como enfrentar todo esto, yo lo único que quiero es morirme” – les dije. Una de ellas se acercó y me tendió un pañuelo blanco: “Tomá. Esto parece un pañuelo pero en realidad es una capa, una capa como la de Superman te acordás? tiene poderes. Con el en la cabeza ya no vas a sentir miedo, este pañuelo te dará toda la fuerza que necesites, probá ... vas a ver.”


Y así fue. Ellas Las Locas de Plaza de Mayo – como las llamaban en un principio – Las Madres de Plaza de Mayo, fueron uno de los puntos de quiebre fundamentales de ese período nefasto. Hubo otros, pero la entereza, la fuerza, la valentía de estas mujeres ya tienen un lugar en la historia. Armadas solo con el pañuelo blanco le hicieron frente a las botas y al horror. Ese pedazo de tela – que simbolizaba un pañal de los que se usaban en la época – las hermanó y les dio la fortaleza que nunca creyeron tener.
Hay millones de mujeres a destacar en todo el mundo, mujeres que dieron incluso su propia vida para que hoy estemos un poquito mejor. Yo elijo hoy a estas mujeres de mi país, porque su lucha me sigue conmoviendo y enorgulleciendo.
Otras mujeres en casa de Gustavo:

martes, 1 de marzo de 2011

MICROEMPRENDIMIENTOS. Hoy: Guardería infantil alternativa


Estimado Lector/Lectora: Este espacio apunta a encontrar ideas novedosas para quienes deseen incrementar sus ganancias (el que quiera que levante la mano!) en el corto plazo y con poca inversión.

Imagino que habrán notado lo “engorroso”, por momentos hasta “espantoso”, que puede tornarse el hecho de salir a comer con niños. Niños! esos seres pequeños y adorables, que sin embargo pueden colmarle la paciencia a cualquiera en cuestión de minutos.

Nada mas arriesgado que obligar a un tierno infante a atornillarse a la silla del restaurant durante 2 horas y pretender que se comporte como un ser humano. El estado de “comensal civilizado” puede durar aproximadamente 5 minutos. Luego el chico querrá explorar el lugar, incluidos cocina y toilette, regará la bebida sobre el mantel y se resistirá a comer lo que deberemos pagar de todas maneras. Si hablamos de un bebé, estaremos hablando de comida desparramada y amasada alegremente con las manos para luego ser usada como proyectil. Además llorarán, gritarán, gatearán, se escaparán a pedir papas fritas en la mesa de al lado ... todo ante la mirada piadosa y/o iracunda de los vecinos que comenzarán a recordar al viejo Herodes con especial afecto.

Finalmente uno que soñaba con una cazuela de mariscos o un lomo a la pimienta, terminará compartiendo unos ñoquis a la manteca con el nene, que no puede terminar su plato.

Atenta a esta vicisitud, y dado que las guarderías, peloteros, niñeras, magos y demás servicios de este estilo que ofrecen los restaurants, son una PORQUERÍA, propongo:

*Una hermosa jaula de metal, con piso y barrotes acolchados, a instalar en la parte mas alejada del local (para evitar escuchar lloros, gritos, incluso insultos de los mas osados).

Opcional 1: sogas de nylon resistente con motivos de Disney y mordazas saborizadas (frutilla, limón, uva, chocolate) para contener a los mas insurrectos.

Opcional 2: experto en efectos especiales munido de toda clase de disfraces horripilantes y trucos espantosos para aterrorizar al infante y mantenerlo callado. Este opcional encarece bastante el precio final.

Interesados contactarse aquí mismo.-