miércoles, 25 de marzo de 2009

El abanico negro


Carolina llegó a la escuela en quinto grado y desde ese momento nos hicimos inseparables. Caro era hija única y vivía con Coca su madre. Coca era una mujer bajita, algo regordeta, con unos ojos muy grandes y oscuros siempre perfectamente delineados. Se vestía muy llamativa con colores estridentes , usaba muchos collares y aros grandes, y una veintena de pulseras que le ponían un tilín tilín a los ademanes con los que siempre acompañaba sus palabras.
Lo mas llamativo de Coca era el pelo, negro y largo hasta la cintura, lo llevaba siempre peinado en una trenza, que pocas veces dejaba suelta, generalmente la enroscaba formando un gran rodete. Supongo que me llamaba tanto la atención porque la comparaba con mi madre que siempre usó el pelo muy corto, unos aritos muy pequeños de oro como único adorno y la cara lavada.
Pero lo que a mi mas me gustaba era el abanico que usaba Coca; un abanico negro de encaje, con una especie de bailaora, supongo, pintada en un costado. Como me gustaba! Cada vez que iba a casa de Caro contemplaba el abanico que Coca solía dejar dentro de la ponchera sobre la mesa del comedor. Un día me contó la historia del abanico; su madre nacida en Málaga era gitana, a los 20 años conoce un muchacho en el pueblo y se enamoran; en su casa se niegan rotundamente a aceptar la relación porque el no era gitano y amenazan con casarla a ella con un primo que vive en otro pueblo. Entonces la pareja se escapa, se casan y un tiempo después se embarcan rumbo a América; el día que sale de su casa con lo puesto para no delatar su intención de escapar, le pide prestado el abanico a su madre; sabe que no volverá a verla y quiere llevarse algo de ella.
Asi el abanico era el único recuerdo, la única referencia que Coca tenía de su abuela materna a quien solo conoció por los relatos de su madre.

La casa de Caro y Coca se convirtió en mi segunda casa, alli jugué, estudié, crecí, pasé buenos y malos momentos; allí en la cocina de mis amigas lloré a los 16 el final de mi primer amor, cosa que ni siquiera hice en mi propia casa. Ellas dos fueron parte de mi vida y mi familia.
El año pasado le diagnosticaron a Coca un cáncer de páncreas que la fulminaría en 6 meses. Estuvo varias veces internada, la última internación duró como un mes durante el cual fui a verla cada vez que pude. Un sábado a la mañana llego a la clínica y la encuentro discutiendo con Carolina. -“No se quiere cortar el pelo- me dice Caro – y con tantos días en cama la trenza está hecha un matete imposible de peinar. Se lo tiene que cortar.” Caro está triste, nerviosa y agotada, “tengo que ir hasta la obra social, te podés quedar un ratito?” “Claro – contesto- andá tranquila”. Nos quedamos solas. Coca está muy desmejorada ya, pero conserva su sonrisa.
“Te puedo pedir un favor Anita?” – pregunta.
“Si obvio Coca, querés que te vaya a comprar algo?”
“No, decime Any, no te animás a desenredarme la trenza?? No tengo fuerzas para peinarme yo y no me la quiero cortar!!”
Me parte el alma el pedido, no puedo decirle que no. Asi que con mucha paciencia le desarmo la trenza, la verdad es que Caro tiene razón, es una maraña. Voy hasta el kiosko y compro un par de sobrecitos de crema para peinar y arranco.
Me lleva casi tres horas desenredarle el pelo, lo hago despacio, no quiero tironearle ni hacerle mal. Armo la trenza que ahora es gris, y la enrosco no en un rodete sino enmarcándole la cara, para que no le moleste al apoyar la cabeza en la almohada.
Cuando vuelve Caro no lo puede creer, las dos están tan contentas ... . Me despido de Coca que me abraza fuerte y me agradece sin palabras. De saber que era la última vez que la vería, también le hubiera agradecido por tantas cosas! o me hubiera quedado mas tiempo o algo, no sé . Coca murió tres días después, a fines de noviembre.

Ayer feriado me llama Caro para invitarme a comer, “venite que el Gordo quiere estrenar el disco que se compró con un pollito a la cerveza”. Ok voy; un éxito el pollo, estaba buenísimo!
Se hace larga la sobremesa, la familia del Gordo propone tomar unos mates pero yo paso, son las cuatro y media de la tarde ya y tengo un par de cosas que hacer en casa, así que me despido y Caro me acompaña hasta la puerta:“Antes de irte, tomá esto es para vos” – me da un paquetito alargado envuelto en papel de regalo.
“Que es esto? – pregunto- no es mi cumple hoy ...”
“No ya sé, esto – me dice- es un regalo de Coca para vos” .
Abro el paquete y adentro está el abanico negro; se me nubla la vista, “estás loca, como me vas a dar el abanico de tu vieja?”
“Ella quiso , te acordás del sábado que la peinaste? Bueno, se quedó tan feliz ese día! dijo que quería agradecerte y sabía que te gustaría conservar el abanico negro, que en realidad siempre había pensado en regalártelo, pero se le fue pasando ... charlamos tanto ese sábado, nos acordamos de tantas cosas ... y vos estuviste siempre presente. Te quiso mucho mi vieja sabés?”
Tengo un nudo en la garganta que me impide hablar, asi que le doy un beso a Caro y me voy corriendo.

No tengo su gracia para usar el abanico, no pega con los jeans ni con el tipo de ropa que uso habitualmente. Para una fiesta quizás ... mmm si, puede ser.
Mientras tanto tengo pensado llevarlo a que le hagan un soporte o algo para colgarlo en la pared del living, desde allí me va a alegrar la vista y el ambiente y seguramente a Coca le gustaría la idea ...
.
Pido disculpas por la redacción, lo subo sucio como va saliendo porque estoy en mi hora de almuerzo y no tengo demasiado tiempo. En casa la señal de Internet no anda bien y no quise arriesgarme a que se me vayan las ideas y la emoción que todavía me dura.
Espero que sea medianamente legible.-

21 comentarios:

mar... dijo...

Hay veces que los amigos son tan importantes como la misma familia por el roce y el cariño que nos tenemos, y ella te quería lo suficiente como para saber lo que más te gustaba y dejarlo en tus manos para que lo guardaras siempre con amor, ella sabía que así lo harías y quiso dejarte su más preciado bien.
Es una historia preciosa, triste pero preciosa, y sobre todo con mucho amor.
Un beso de Mar

Flori dijo...

NO PIDAS DISCULPAS!!! está genial!!!! Mariconeé al leerlo, se me encogió el cuore un poquito

Abrujandra dijo...

Enteramente legible, no sabés cuánto, qué hermoso recuerdo.

ojo vidrioso dijo...

E muy conmovedroa la historia, Any.
Y también gratificante.
Yo leí de un tirón. Seguro está biena sí.
Creo que fue un regalo más que merecido. :)

Besos!

Anónimo dijo...

Los recuerdos de amigos de la infancia son los que te llenan el corazon .
He disfrutado con tu escrito .

Un abrazo desde Malaga.
Annick.

Anónimo dijo...

Hermosa historia, te deja pensando en el valor de hacer algo con el corazón cada vez que te lo piden. De nuevo, hermosa histotria. Una abrazo

Any dijo...

Mar, es cierto Coca me conocía bien, el abanico siempre ocupará un lugar preferencial en mi casa.
un beso

Dire, me alegro de que te haya gustado, yo estuve tan contenta todo el día! Creo que esto fué lo que mas me gustó escribir hasta ahora.
besos

Ojo, gracias por tus palabras; yo lo escribí de un tirón y asi como salió lo subí; no sé si es merecido pero hace mucho que un regalo no me conmovía tanto.
un abrazo grande

Annick, de Málaga! gracias por pasar y comentar, me alegro de que te haya gustado.
un beso

Charlie, es verdad, las cosas que se hacen de corazón son las que mejor salen; Coca estuvo feliz ese día de conservar su trenza y yo estoy feliz de tener su abanico conmigo.
abrazos

Any dijo...

Abru! te saltée! gracias, que bueno que se entendió la idea.
beso doble para compensar =D

*//////* dijo...

El escrito quedó más que medianamente legible, pero la que no puedo leer mas soy yo, ahora estoy llorando pero de emoción!!

Que hermosooo post, cuantos recuerdos divinos, imborrables!!

Me hiciste acordar a mi infancia y adolescencia cuando iba a la casa de mi amiga Fernanda, y también compartíamos con ella y su mamá todas nuestras cosas, eramos muy compinches.

Uffff que manera de llorar hoy por acá!!!! Primero de risa en el otro post, ahora de emoción !!!

Any tu blog es una delicia!!

Te dejo millones de besotes.
(Me alegraste la noche)

Lujo dijo...

Hola Any,
Ayyyyy, me has dejado con el cuerpo descolocado. Siento mucho la pérdida que sufriste y que su recuerdo te lleve a la tristeza.
Sin duda fue una persona importante en tu vida. Es posible que una parte de lo que eres, de tus recuerdos....estén ligados a Coca y Caro.
Tu relato me ha emocionado, pellizcado el corazón....Ese abanico tiene mucho duende.

Un abrazote inmenso y cálido, de corazón.

Nancy dijo...

Any, tu historia es hermosa y humana. Me dejó la piel de gallina y unas ganas de soltar el nudito en la garganta. Qué hermoso regalo. Qué linda eres

Anónimo dijo...

No pidas disculpas! Quedo muy bien... Sale del corazon, y llega al corazon... De tal manera que se me esta por piantar un lagrimon.

Lujo dijo...

Re-Hola Any,
Me ha llegado el abrazo a distancia ;)....Por ahora te quedan 13 para cumplir las estadísticas ;)
Cualquier día es estupendo para empezar :)
Un fuerte abrazo :)

Jorge Martin dijo...

lOS RECUERDOS Y AMISTADES DE LA INFANCIA SON LOS MEJORES. NOS LEEMOS.

Ana dijo...

Fue más que legible, y fue muy emocionante, se me llenaron los ojos de lágrimas.
Beso grande!

CASANDRA dijo...

vine como de humor para hacerte chistes... pero este relato me gustó tanto... me emocionó tanto... las sentís tan próximas a las tres, que el abanico, también me agrada mirarlo y me alegra también a mi... desde la foto. Hermoso Any. Bello y entrañable. Absoluamente conmovedor. Gracias por compartirlo. besos. (me debés una foto de tu río. El sábado nos vemos sin falta!!!)

Luz dijo...

eres una narradora extraordinaria, y lo digo con las lágrimas asomadas al balcón.

Angie dijo...

lloré y me la banco.
excelente.

Paola Florio dijo...

Any, conmigo funcionó tu relato porque me has hecho emocionar hasta las lágrimas!! Hermosa historia y seguro que a Coca le va a encantar que lo cuelgues en el living! ;)

Un beso grande!

Any dijo...

Agradezco a cada uno de los que pasó por aqui y compartió esto conmigo.
Un beso enorme para todos

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Me puse a leer alguna de tus entradas viejas y me encuentro con ésta...me has hecho llorar, mujer...qué conmovedoray hermosa historia!!...con lasimpleza de las cosas realmente importantes, escrita a puro corazón.
Te felicito!...y me voy secándome las lágrimas!


Besitos!