Para Mercedes la inspiradora de estos sábados y también para Ardilla que hoy tomó la posta. Un abrazo a cada una.-
La primera vez que entré en casa de la vieja Morselli un impresionante olor a humedad me pegó de lleno en la nariz – “Uajjjj que olor!” – dijo mi hermano que me había acompañado – “Shhhh callate nene!” .
La vieja Morselli vivía enfrente de la casa de mi abuela y vendía huevos, “huevos caseros y frescos” según rezaba un cartel enganchado en la ventana. Mi abuela hacía unas tortas espectaculares y no usaba otros huevos, según ella esos eran los mejores.
Nos había prometido una “paisanita” con dulce de membrillo, - “Cruzate a lo de la Morselli y traeme una docena de huevos” – me dijo mientras se ataba el delantal a la cintura.
-“Que? Noooo, que vaya Javi, yo no voy” -
-“Porque yo? La abuela te dijo a vos nena!”-
-“Vayan los dos. Vayan o se quedan sin torta eh?”- amenazó la abuela.
Cruzamos, -“Hablás vos eh?”- se atajó Javier.
Riiiiiinnnngg !! “HolasoylanietadeJuliaquierounadocenadehuevosdecolor” dije sin respirar.
-“Pasen”- dijo con voz áspera la Morselli. Mi hermano caminaba pegado a mi espalda con cara de susto. Atravesamos un comedor con muebles viejos y olor a rancio, había un gato gordo durmiendo sobre la mesa, que abrió un ojo cuando le pasamos al lado.
Llegamos al patio, allí tenía el gallinero y los huevos para la venta. Mi hermano quedó fascinado con las gallinas, no sé, se ve que en otra vida debió ser ave de corral, porque las gallinas se le acercaron cacareando como reconociéndolo.
-“Tenés gallinas vos?”- preguntó la Morselli con voz de trueno
-“Nnnn nno”- , tartamudeó Javi
-“Hay pollitos ahí en la jaulita, querés uno?”- graznó la vieja
-“Nnnn no te- tengo plata”- contestó mi hermano cada vez mas asustado.
-“Llevate uno, si lo vas a cuidar, te lo regalo”-
Por supuesto que mi madre no quiso saber nada de tener un pollo en casa, mi abuela menos, así que al otro día volvimos con el pollito a casa de la Morselli.
-“Mi mamá no me deja tenerlo”- dijo Javi alargando la cajita de cartón agujereada con el pollito adentro – “Vos me lo guardás aquí y yo lo vengo a ver todos los dias”??-
Que dice este pibe?? La tutea?? Creí que la vieja nos iba a sacar a escobazos a Javi, al pollo y a mi; pero ... no, no solo no nos echó, sino que accedió a tener el pollito en custodia y que nosotros lo visitáramos.
Volví varias veces a la casa de la vieja Morselli para acompañar a Javi, hasta que un dia me dijo: -“No vengas si no querés, no le tengo mas miedo a Maria Luisa”-
-“Maria Luisa? La vieja se llama Maria Luisa???” pregunté sorprendida de que mi hermanito conociera ese detalle.
-“Si nena, y no es una vieja, es mi amiga”
Javi siguió visitando su pollo- al que bautizó Luisito (¿?)- durante mucho tiempo, y a veces hasta le traía huevos a mamá -“Me los regaló Maria Luisa”- decía con orgullo. Nunca supe de que hablaba con la Morselli durante las visitas, de nada creo, eran amigos y no hacían falta grandes charlas, un “hola” al llegar y un “chau hasta mañana” eran más que suficientes.
La vieja Morselli vivía enfrente de la casa de mi abuela y vendía huevos, “huevos caseros y frescos” según rezaba un cartel enganchado en la ventana. Mi abuela hacía unas tortas espectaculares y no usaba otros huevos, según ella esos eran los mejores.
Nos había prometido una “paisanita” con dulce de membrillo, - “Cruzate a lo de la Morselli y traeme una docena de huevos” – me dijo mientras se ataba el delantal a la cintura.
-“Que? Noooo, que vaya Javi, yo no voy” -
-“Porque yo? La abuela te dijo a vos nena!”-
-“Vayan los dos. Vayan o se quedan sin torta eh?”- amenazó la abuela.
Cruzamos, -“Hablás vos eh?”- se atajó Javier.
Riiiiiinnnngg !! “HolasoylanietadeJuliaquierounadocenadehuevosdecolor” dije sin respirar.
-“Pasen”- dijo con voz áspera la Morselli. Mi hermano caminaba pegado a mi espalda con cara de susto. Atravesamos un comedor con muebles viejos y olor a rancio, había un gato gordo durmiendo sobre la mesa, que abrió un ojo cuando le pasamos al lado.
Llegamos al patio, allí tenía el gallinero y los huevos para la venta. Mi hermano quedó fascinado con las gallinas, no sé, se ve que en otra vida debió ser ave de corral, porque las gallinas se le acercaron cacareando como reconociéndolo.
-“Tenés gallinas vos?”- preguntó la Morselli con voz de trueno
-“Nnnn nno”- , tartamudeó Javi
-“Hay pollitos ahí en la jaulita, querés uno?”- graznó la vieja
-“Nnnn no te- tengo plata”- contestó mi hermano cada vez mas asustado.
-“Llevate uno, si lo vas a cuidar, te lo regalo”-
Por supuesto que mi madre no quiso saber nada de tener un pollo en casa, mi abuela menos, así que al otro día volvimos con el pollito a casa de la Morselli.
-“Mi mamá no me deja tenerlo”- dijo Javi alargando la cajita de cartón agujereada con el pollito adentro – “Vos me lo guardás aquí y yo lo vengo a ver todos los dias”??-
Que dice este pibe?? La tutea?? Creí que la vieja nos iba a sacar a escobazos a Javi, al pollo y a mi; pero ... no, no solo no nos echó, sino que accedió a tener el pollito en custodia y que nosotros lo visitáramos.
Volví varias veces a la casa de la vieja Morselli para acompañar a Javi, hasta que un dia me dijo: -“No vengas si no querés, no le tengo mas miedo a Maria Luisa”-
-“Maria Luisa? La vieja se llama Maria Luisa???” pregunté sorprendida de que mi hermanito conociera ese detalle.
-“Si nena, y no es una vieja, es mi amiga”
Javi siguió visitando su pollo- al que bautizó Luisito (¿?)- durante mucho tiempo, y a veces hasta le traía huevos a mamá -“Me los regaló Maria Luisa”- decía con orgullo. Nunca supe de que hablaba con la Morselli durante las visitas, de nada creo, eran amigos y no hacían falta grandes charlas, un “hola” al llegar y un “chau hasta mañana” eran más que suficientes.
34 comentarios:
Que bonita historia del pollito, Any.
Hay que ver a veces, como nos equivocamos con las personas, solo por su aspecto, o por lo que otros opinan de ellas.
Muchas veces, esas personas tan "raras" suelen ser de lo mas normales, cuando se las trata con simpatia.
Besos
Hola Any,
¡¡Me ha encantado tu historia!!. El pollito Luisito es un buen nombre. Recuerdo a alguien quellamó a su mascota Óscar. ;) Tu hermano supo encaminar una relación que en principio era extraña.¡Felicidades!...fue muy hábil.
Preciosa historia.
14 abrazotes, de corazón.
Buen fin de semana.
Tag, es cierto, a la gente hay que conocerla antes de opinar!
un beso
Lujita! que hacés levantada tan tarde? jajaja. Te mando 19 abrazos, te gané :)
un besote
Any, tus historias me hacen recordar las mías. Qué linda esta.
Apapachos
Una capa la vieja, se ve que tenía onda sólo que olía mal...la onda...la casa...la caca de gallina.
Hola, Any: Tu relato es precioso y además, encuentro en él una moraleja extraordinaria. A veces, detrás de un contratiempo, nos espera algo grandioso.
Si Luisito se hubiera quedado en vuestra casa, posiblemente tu hermano no tendría a Maria Luisa como amiga. Así es la vida.
Un abrazo.
Maat
Una bonita historia, y además muy bien narrada, engancha.
Que cosa tan pequeña, un pollito y fué el nexo de unión entre una supuesta vieja gruñona y un niño pequeño.
Se creó entre ellos una complicidad que solo ellos sabian entender.
Me ha gustado mucho,
Volveré.
Un besito
un hola y un chau, algo en común, un animalito mucho mejor, y algo que desencade la chispa que enciende esos fuertes vínculos con alguien que jamás imaginamos que podría ser nuestro amigo.... está lleno de ternura tu relato, hermosamente contado, muy de acá...y me deja pensando muchas cosas en estos de los vínculos. Si le dieramos tiempo y posibilidad mchos más quizá, podrían ser nuestros amigos... un besito argentinita boniCa.
Una historia tierna y preciosa. Unidos por un pollito, o por unos huevos, depende de cómo se mire.
Y es que poco a poco nos damos cuenta de que cualquier situación es buena para entablar una buana amistad.
Un abrazo.
Que tierna historia. Me ha gustado sobre todo el lenguaje que utilizas. Menos mal que el pollito no se quedó huérfano.
Me ha gustado
Un saludo
Any, de lejos es lo mejor que he leido hoy (que no se enfaden los demás por favor).
Me he reido tanto con tus ocurrencias, con tus frases y con la historía en sí, que has sabido contarla con esa "gracia argentina" que Dios te ha dado.
Una docena de besos para vos...
Que buena que eres Any, tremenda! Me has hecho reir no sabes como.. me leía tu escrito y me lo imaginaba y me "partía la caja" (expresión que describe mis carcajadas!). Eres muy buena relatando porque a esas historias cotidianas que plasmas les das un toque risueño que contagia de alegria! Me quedo paseando por tu blog. Verdaderamente me ha encantado!
Un beso lindamente gracioso!
Me enterneci demasiado con tu hermano. Ahora quiero un pollito =P.
Dia a dia, los animales siguen asombrandome. Sobretodo por lo que logran en los humanos.
Precioso relato:Me has trasladado a mi infancia.¡qué recuerdos!Un saludo.
Gracias a todos los que pasaron por aqui a leer esta "primera vez", para mi es un lindo recuerdo que quise compartir hoy con uds.
un beso a cada uno :)
Any, perdona el retraso corazón. Igual pensabas que me había olvidado de ti.
Me ha encantado leerte. Has contado la historia del pollo Luisito de una forma que te engancha de principio a fin. Gracias por participar. Ha sido un placer.
Un abrazo
Que divinos todos, vos con tu relato, tu hermano con ese pollito Luisito, la vieja Morselli con su amistad de señora grande, una delicia leerte.
Me encantan las historias así, bien simples y llenas de ternura.
Besotes :)
HOLA¡¡
LINDO RELATO DE MOMENTOS¡¡¡¡
Y ES ASI, HAY GENTE QUE CON SOLO DOS PALABRAS, YA ESTAMOS COMUNICADOS, NO HACE FALTA MAS
TE DEJOUN BESO, ME GUSTO LLEGAR HASTA ACA HASTA OTRO ENCUENTRO¡¡
SIGO PASEANDO..............
Que relato tan tierno y que maravillosa manera de contarlo, me ha encantado
Un beso de Mar
Precioso relato con un ambiente tan denso, tan tangible que crucé contigo la calle esa segunda vez para devolver el pollito. Espero que haya cacareado feliz durante muchos años.
Gracias por compartir esa primera vez.
Un abrazo.
mmm... una historia encantadora, de las que a mi me gustan. A veces nacen grandes amistades en los lugares y entre las personas menos pensadas, cuando desaparecen los miedos y los prejuicios, se abre una gigantesca puerta por la que entrar a los verdaderos sentimientos.
Muy buen relato, te felicito.
Es una historia buena y bien contada. Me gustó ese escribir sin respirar, una estupenda manera de describir el miedo. Algo debía de tener esa mujer, cuando la abuela reconocía como la de los mejores huevos, algo debía de tener para regalar el pollito...; pero aún así, incluso a pesar de su generosidad no se puede evitar ese regusto a misterio que también construyes.
Bikiños
Que lindo recuerdo de infancia, saludos.
Como simepre, texto bien escirto y - sobre todo - fresco.
Los amigos no necesitan hablr de nadaen concreto. Con solo estar en contacto, ¡ya está!
y bueno, la infaltable acotación amarga del ojo: tuve pollos y me palmaron todos (que va ´cer)
tu hermano fue mas inteligente.
besos!
Los juicios rápidos, son frios, hay que ver el interior.
Besos.
Nyma
Cuantas palabras lindas! Gracias a todos, me alegro de que esta pequeña anécdota les haya gustado
un abrazo
Ojis, jajaja che boh pibe ya me estás preocupando! Como que se te murieron todos los pollos? Asi me estás cuidando la azalea leprosa??
Que miedo! ;)
un abrazo Ojo
Pero qué lindura de relato!!!...me ha encantado!...has conseguido hilvanar una emotiva historia de amistad, de esas que no tiene necesidad de igualdades o semejanzas!...preciosa!
Me alegro por haberme lanzado a nadar en este bus de gente tan creativa!
Saludos!
P.D
me encantó el detalle de ser ave de corral en la otra vida! ajjajajaaj
Las grandes amistades están hechas de pequeñas cosas
Que asustadizos somos de pequeños, cuando algo nos parece un misterio, verdad?
Pues es una historia y un recuerdo preciosos!!!
Tu hermano Javi, fue todo un valiente.
Besos dominguerosss!!!
QUE DULCE Y QUE TIERNO que lindo relato ha sido genial muy bueno
un beso literario en domingo ya
Es que me encantan tus historias Any, estaría hasta mañana leyéndolas.
Hola Any,
¡¡¡Viva la chispa que Dios te ha dado!! olé por ti, mi niña ;)
Pues tú no te preocupes que cuando viva en Hollywood te invito a conocer a todos los chcos guapetones que haya por la City; ¡palabrita!
Por cierto, el negro de Grey's anatomy era monísimo. Lástima que lo despidieran por pelearse con un compi de trabajo ;)
Cuidate muuuuuucho y ¡¡¡Qúe tengas una bonita semana!!
Abrazotes enérgicos!
Me ha gustado mucha esta historia. Creo que la podrías utilizar para un buen relato, o incluirla en una futura novela o algo así.
En fin, te mando un saludo de sábado literario muy atrasado,
Juanma
luz...
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