Esta historia la contaba mi abuela, si non é vero ...
Pascualino, llegó de Sicilia escapando de la miseria. En el pueblo quedaron Asunta su mujer, un hijo pequeño y otro en camino.
A su arribo, trabajó un tiempo en el puerto de Buenos Aires, ahorrando cada moneda para los pasajes de su familia.
El intercambio epistolar entre Asunta y Pascualino era lento y complicado. Sin embargo intentaban mantener una cierta regularidad en los mensajes. Asunta le contaba sobre el nacimiento de su hija, tan parecida a el. Pascualino le contaba sobre sus progresos y sobre un posible viaje al interior en busca de mejores oportunidades. Le habían ofrecido trabajar en una carpintería que se abría en Rosario y hacia allá partió esperanzado.
Una vez instalado, Pascualino envió noticias contando sobre cuanto le gustaba su nuevo trabajo, lo cómodo que estaba en la habitación que le alquilaba Elsa - su nueva casera - y lo amable que era esta señora siempre atenta a sus necesidades.
Poco a poco la comunicación se fue espaciando hasta desaparecer. Ni una carta, ni un mensaje, ni una noticia, Asunta estaba desesperada. Pasó un año, dos, tres ... .
Decidida a saber de su marido, Asunta consiguió comprar los pasajes y se embarcó hacia América con los chicos, sin dinero, sin hablar el idioma, con unas pocas señas y referencias de donde encontrar a Pascualino. Y lo encontró ... casado con Elsa y flamante padre de mellizos.
Contaba mi abuela que el escándalo se escuchó en toda la cuadra: gritos, llantos, rechinar de dientes e insultos bilingües. Sin embargo Asunta no tenía donde ir, no tenía un peso, no tenía muchas opciones. Convinieron en que pasaría la noche en una de las piezas del fondo que Elsa tenía para alquilar. Asunta se quedó desde esa noche y para siempre. En el barrio nadie hizo preguntas y se acostumbraron a esa colorida familia, una suerte de precursora de lo que hoy se conoce como “familias ensambladas”.
Elsa y Asunta convivieron con Pascualino muchos años, tuvieron varios hijos mas cada una, abrieron una panadería entre las dos. Juntas enterraron a Pascualino y juntas vivieron en armonía hasta que murieron.
En casa Pascualino tiene enconados detractores y fervientes defensores. Personalmente creo que la historia siguió un curso más o menos lógico. Era de prever que Pascualino encontraría compañía y que Asunta no se quedaría tan tranquila sin saber si estaba vivo o muerto. Lo imprevisible es que las dos mujeres se hicieran amigas y compartieran al italiano como si fuera una pizza. Y que además esa amistad sobreviviera a las circunstancias, a la convivencia, al que dirán y al tipo mismo … .
Las historias de los inmigrantes podrían llenar varias bibliotecas.
Para seguir leyendo pueden migrar hacia el blog de Gustavo
Pascualino, llegó de Sicilia escapando de la miseria. En el pueblo quedaron Asunta su mujer, un hijo pequeño y otro en camino.
A su arribo, trabajó un tiempo en el puerto de Buenos Aires, ahorrando cada moneda para los pasajes de su familia.
El intercambio epistolar entre Asunta y Pascualino era lento y complicado. Sin embargo intentaban mantener una cierta regularidad en los mensajes. Asunta le contaba sobre el nacimiento de su hija, tan parecida a el. Pascualino le contaba sobre sus progresos y sobre un posible viaje al interior en busca de mejores oportunidades. Le habían ofrecido trabajar en una carpintería que se abría en Rosario y hacia allá partió esperanzado.
Una vez instalado, Pascualino envió noticias contando sobre cuanto le gustaba su nuevo trabajo, lo cómodo que estaba en la habitación que le alquilaba Elsa - su nueva casera - y lo amable que era esta señora siempre atenta a sus necesidades.
Poco a poco la comunicación se fue espaciando hasta desaparecer. Ni una carta, ni un mensaje, ni una noticia, Asunta estaba desesperada. Pasó un año, dos, tres ... .
Decidida a saber de su marido, Asunta consiguió comprar los pasajes y se embarcó hacia América con los chicos, sin dinero, sin hablar el idioma, con unas pocas señas y referencias de donde encontrar a Pascualino. Y lo encontró ... casado con Elsa y flamante padre de mellizos.
Contaba mi abuela que el escándalo se escuchó en toda la cuadra: gritos, llantos, rechinar de dientes e insultos bilingües. Sin embargo Asunta no tenía donde ir, no tenía un peso, no tenía muchas opciones. Convinieron en que pasaría la noche en una de las piezas del fondo que Elsa tenía para alquilar. Asunta se quedó desde esa noche y para siempre. En el barrio nadie hizo preguntas y se acostumbraron a esa colorida familia, una suerte de precursora de lo que hoy se conoce como “familias ensambladas”.
Elsa y Asunta convivieron con Pascualino muchos años, tuvieron varios hijos mas cada una, abrieron una panadería entre las dos. Juntas enterraron a Pascualino y juntas vivieron en armonía hasta que murieron.
En casa Pascualino tiene enconados detractores y fervientes defensores. Personalmente creo que la historia siguió un curso más o menos lógico. Era de prever que Pascualino encontraría compañía y que Asunta no se quedaría tan tranquila sin saber si estaba vivo o muerto. Lo imprevisible es que las dos mujeres se hicieran amigas y compartieran al italiano como si fuera una pizza. Y que además esa amistad sobreviviera a las circunstancias, a la convivencia, al que dirán y al tipo mismo … .
Las historias de los inmigrantes podrían llenar varias bibliotecas.
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32 comentarios:
Increible historia. Como todas y cada una de las de nuestros abuelos o padres. Gente con vidas partidas al medio. Me encanta escuchar esas historias. Un beso!
Escuché historias aprecidas respecto de un inmigrante polaco y otro español.
Pero bueno, como vos decís, lo que no es lógico es el desenlace. Tipo hábil, Pascualino.
Enhorabuena para la gran familia!
Me imagino los domingos de pastas.
Abrazo
Dany, exacto, vidas partidas (El abrazo partido, la vió?). Difícil juzgar desde el presente
un abrazo
ojO, debe haber habido varias historias similares. Pascualino cumplió el sueño del harem propio que suelen tener los hombres jejeje.
Los domingos, otra que los Campanelli ...
abrazo litoraleño
Any
Es para una pelìcula, pero es real. Incluso hoy en dìa, en la casa de mi infancia me contaron que vive una Sra en uno de los dtos. que tiene al marido y al amante juntos, se llevan bàrbaro.
Unos modernos.
Me gustan como siempre tus relatos.
Beso grande.
Debe ser para volverse locos vivir en una casa con tantas personas!!
Que compartieran al Pascualino "como una pizza" me parece excelente, se ve que sólo servía en ese sentido el hombre si las dos se pusieron a trabajar...
Besos!!
Vacations, la felicidad toma formas insospechadas, o eso parece.
gracias, besos
Maga, vivir con mucha gente tiene su parte buena y su parte mala, como todo.
Lo de trabajar juntas me parece que fue una muestra de lo fuerte que era el vínculo entre las dos. O tal vez Pascualino era un vago, no sé ...
salu2
jajaaja me ha hecho gracia, sobre todo, eso de "compartir al italiano como si fuera una pizza"jejejee...creo que le da a la historia un encanto y pintoresquismo bien itálico!jejejee
Muy buena historia!...digna de ser inmortalizada en nuestros encuentros jueveros!
=)
abrazos inmensos!
Curiosa historia...pero para mi triste...No creo que esa nunca sea la solución. Pascualinoa viviría bien...ellas sufrirían...Un beso
Si pudieramos hacer un aparte de nuestro orgullo femenino podríamos decir que, como bien decís, todo el desenlace de la historia fue lógico, y a mi juicio le faltó que las dos mujeres lo echaran al Pascualino una vez que tuvieron su panadería (salvo que lo necesitaran para el trabajo)
Yo estuve mirando una serie que se llamaba big love, donde ponía sobre el tapete las familias poligamas, donde lo más curioso también me parecía eso, que las esposas de un mismo hombre sean amigas, incluso se denominen entre sí "sisters-wives"
... o quién sabe, tal vez sea sólo una versión más honesta de los tan famosos triangulos, donde todos saben de la existencia de los otros pero nadie dice nada...
En fin, como la familia de Pascualino, muy colorida la historia.
Besos!
Me suena esta historia por mis bisabuelos que emigraron a Argentina...
Pascualino tan lejos, cortó amarras con el pasado, Asunta le siguió desesperada y Elsa estaba en su lugar.
La lejanía y el silencio prolongados crean el vacio, pero en este caso se rellenó con varias vidas en común. El ser humano se adapta a todo.
Ahora podrá entenderse lo de tener dos mujeres, aunque nos cueste mucho aceptarlo y lo veamos como machismo, abuso, et, et. Tendemos a juzgar el universo desde nuestra prespectiva occidental !la mejor!
Una vez hablé en Fez con una mujer que compartía esposo con otra sin ningún problema, muy bien avenidas las dos, con hijos del mismo hombre, encima sonriendo me dijo:
_Los hombres se ponen pesados, ya me entiendes, ella y yo nos lo turnamos, y las tareas de la casa se alivian entre dos. Vosotras, no sé, me parece que trabajaís el doble, una sola mujer apechugando con la casa y trabajando fuera, doble jornada, agotador-
!Cosas raras! Mentalidades distintas...me hizo meditar Aisha.
Besitos
Pues de puertas para adentro, sólo los habitantes saben. Adultos que consienten a nadie importa. Eso de un marido o una esposa para toda la vida, con divorcio o sin, eso de las monogamias... es un invento bastante controlador por parte de la iglesia.
A mí me parece bien mientras bien acabe y sino, pues ellos se sabrán. Seguro que el pan y los bollos estaban ricos de la muerte y a la clientela no les importaba...
Uf, que me lío yo solita!
Beso, compi!
Una historia con colores variados. Me ha recordado a la Novela "Mil soles espléndidos". (no dejes de leerla)
En tu texto, existe el verde de la esperanza, el rojo del amor y el gris de la decepción, con cierta negrura de tragedia, para más tarde traer a la nueva gran familia, un arcoíris lleno de remiendos.
Cada emigrante lleva en su maleta una historia. La tuya, me ha impactado.
Un abrazo, amiga.
Ha sucedido tantas veces! En mi barrio había una señora apodada "La 2 maridos", una historia similar pero al reves.
¡Y los casamientos por poder, entre dos que no se conocían!
Gracias.
Familias ensambladas, nunca había oído ese concepto pero pensandolo bien en las circunstancias que cuentas era la solución mas lógica y práctica. ¿La convivencia? cuestión de compatibilidad de caracteres y capacidad de adaptarse a las circunstancias.
Un beso
Miràlo al Pascualino!
Que historia. Eran otros tiempos.
Un abrazo.
Que grande Pascualino! jeje... una historia divertida... lo que es el amor en otros tiempos! :D
un beso!
¿Quien marca las reglas de la convivencia?. Ellos tres encontraron la solución a este triángulo amoroso. En muchas culturas la relación no es monogámica y no por eso son menos felices sus miembros.En este caso, fué una solución pragmática que a la larga sólo les trajo beneficios.
Curiosa y divertida historia la que hoy nos ofreces.
Un abrazo.
Me he quedado asombrada con esta historia, compartir el mismo hombre y encima hacerse amigas, bueno si eran felices, no somos nadie para juzgarlos.
Un abrazo
Menos hipócritas que los que andan de aventura en aventura mientras son elegidos como ejemplo de virtud y nombrados para pregonar la semana santa. Pienso que dentro de cada hogar cada cual puede formar su propio mundo. Un abrazo.
Al final la familia creció, si ellos
fueron felices así ¿quien somos nosotros para juzgar?. Emigró, trabajo, formo una familia y sumo otra más,cada casa es un mundo.
Un abrazo Any.
Que buena historia! Una la lee y tiene la sensacion de que antes pasaban cosas mas interesantes y descabelladas que ahora.
Tenes mas historias asi?
realmente una increible historia de un desenlace que me sorprendio... muy buena historia
Si ellos lo vieron bien y nadie sale herido, entra dentro de sus libertad... Sorprendente la historia que has traído esta semana
Besos
La vida es así, dinámica. Las cosas más extrañas ocurren, y cada cual reacciona como mejor sabe o puede. Creo que lo maravilloso de esta historia, lo particular, es el punto de equilibrio que encontraron estos tres.
Muy bueno.
Un saludo.
Amigueta!!! aquí llego al fin, a poner mi comentario, mi granito de arena en tanta opinión vertida. Lo de Natalí me hizo gracia, me refiero al final del comentario, a eso de repartir"tareas".... puntos de mira, cristales con que se mira.
Su historia, adquiere más gracia por su forma de contarla. (eso sí... tenemos que aclarar un poco el comentario vertido en lo del Halcón, jajaja)
BESOS Y ABRAZOS, MUCHOS!!!
Que buena historia, me encantó porque es inesperado ese final. Igual me parece bárbaro que hayan podido llegar a ese pacto silencioso de compartir a Pascualino, si con eso todos eran felices.
Un abrazo.
Bien, curiosa historia la de ese Pasqualino. Abre un montón de probabilidades sobre como sería la vida en la casa, caben muchos desarrollos.
Buena historia, besos Any.
Sin dudas tu historia tiene un tinte pintoresco. Más allá de lo distante que podría estar para las costumbres de la época, creí ver en Pascualino una especie de sultán, compartiendo la vida con sus dos mujeres.
No creo que haya sido fácil la convivencia, o cada uno tejió en sus silencios sus desconformidades o conveniencias, como sea, me ha parecido una historia especial, bella como ciertas películas italianas que una vez vistas se te antoja verlas otra vez.
Besitos al vuelo!
Gaby*
La historia (¡qué joya has rescatado!) nos confronta con distintas emociones. Hay distancias, sufrimientos, desarraigos, limitaciones, abismos que son inmunes a las palabras. Èstas nunca explican suficiente, por más que lo intenten, los laberintos de cada ser humano, y las decisiones que cada quien toma en un momento determinado.
¿Podemos juzgar desde la atalaya del tiempo? ¿Desde la comodidad, desde otro lugar? Creería que no nos corresponde.
Miseria, guerra, el infierno que han vivido desde el principio de los tiempos los que debieron (y aún ahora) abandonar su tierra para sobrevivir, son circunstancias extraordinarias, de allí que sus historias también lo sean.
Vibrante y muy buen trabajo Any! Un abrazo Querida Amiga!
ME PARECE UN ESCRITO DE SABIA Y SANA EVOLUCION.
NO ESTOY TAN LEJOS DE LA HISTORIA. PERO LO DESTACABLE ES LA EPOCA EN QUE ESTO TUVO LUGAR. BIEN POR AMBAS!
Anye
Te dejo el link para que lo veas sobre lo que comentamos ayer por el blog. Beso grande.
http://www.escueladeacrobacia.com.ar/horarios_escuela_acrobacia.html
Pobre tipo convivió con dos, era lógico que muriera antes,;-).
No eran amigas, eran socias.
Y hasta tenían marido en condominio!
saludos.
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