Este es un trabajo en conjunto entre Casss y Any , aprovechando la tecnología y la robótica de que disponemos.
Escribimos parte y parte a distancia y este es el resultado.
Era la atracción de la feria internacional de Tokio. El cabello peinado en una larga trenza negra relucía bajo los spots. Sus rasgos orientales le daban un aire misterioso; parecía muy frágil sobre aquella tarima desde la cual saludaba a los visitantes. Kimiko tenía la piel cálida al contacto y sus movimientos eran casi perfectos, nadie que no conociera de antemano su condición de androide se hubiera dado cuenta con solo verla.
No estaba a la venta, era solo para exhibición pues algunos detalles de su complicado mecanismo no estaban completamente ajustados. Sin embargo la insistencia de Pierre y la suma que ofreció por ella terminaron convenciendo a sus creadores.
Kimiko partió entonces cuidadosamente embalada hacia su nuevo hogar en Lyon.
El excéntrico ejecutivo estaba encantado con el juguete nuevo; exótica y delicada, sus modales exquisitos, sus conocimientos de arte y ciencia, cautivaban también a los vecinos y amigos de Pierre. Todos envidiaban su suerte, Kimiko era la compañía ideal, no tenía pasado, ni familia molesta, ni ex marido. No se quejaba por nada, ni reclamaba, ni hacía escenas de celos por los amoríos de su dueño. No exigía costosos regalos, ni joyas, ni viajes, se limitaba a aceptar con un “gracias” lo que el le ofrecía. Nunca estaba cansada, ni le dolía la cabeza, ni estaba “en esos días”, complacía todos y cada uno de los caprichos y las fantasías de Pierre. Sin pasión de por medio, sin promesas de amor eterno ni compromisos, sin miedos ni sobresaltos, era la amante perfecta.
Kimiko no tenía sentimientos, pero sí un sofisticado software entre cuyas funciones estaba la de corresponder a las emociones positivas según los estímulos que recibía.
Transcurrió un tiempo y la convivencia de la pareja era óptima. Un verdadero shangrilá.
Pierre podía dedicarse a trabajo y placeres sin ningún tipo de preocupaciones ni interferencias. Esa mujer lucía, olía y vivía de forma soñada.
El día amaneció tranquilo, un baño refrescante para los 26 grados anunciados, un desayuno frugal: lo esperaba un día de mucho trabajo y un rápido saludo a Kimiko, precedió a la autopista que lo llevaba a la empresa. Una procesión de hormigas laboriosas a 140 kms. por hora con la meta fija de llegar. De pronto un reventón lo lanzó por los aires, ni el cinturón ni el airbag funcionaron. Sangre, dolores intensos, ruidos, gritos, vahídos, confusión era lo único que recordaba en la cama del hospital a donde fue conducido. Pero lo peor de todo era la angustia de morir sintiendo que ni siquiera tenía alguien a quien darle su último adiós y lo llorara. Eso pensaba entubado y conectado a una máquina en el centro de tratamientos intensivos.
Cuando pudo despertar al mundo, se encontró con unos ojos que lo miraban atentamente, esperando órdenes. A los pies de la cama la mujer androide, bella y helada, le sonreía mecánicamente sin un rastro de sufrimiento o piedad.
Fue recuperando los signos vitales y mientras lo hacía, la presencia de Kimiko no significaba nada. Entretanto esperaba con ansias todos los días la llegada de Karen, la enfermera del turno matutino. No era bonita, ni atractiva, ni si quiera coqueta, tampoco extrovertida, pero cuando se acercaba para medirle el pulso, éste se le aceleraba al simple contacto de esas manos que con uñas prolijas sin afeites ninguno, lo hacían sentir de nuevo vivo.
Mas tecnología en lo de Gustavo
www.callejamoran.blogspot.com
Escribimos parte y parte a distancia y este es el resultado.
Era la atracción de la feria internacional de Tokio. El cabello peinado en una larga trenza negra relucía bajo los spots. Sus rasgos orientales le daban un aire misterioso; parecía muy frágil sobre aquella tarima desde la cual saludaba a los visitantes. Kimiko tenía la piel cálida al contacto y sus movimientos eran casi perfectos, nadie que no conociera de antemano su condición de androide se hubiera dado cuenta con solo verla.
No estaba a la venta, era solo para exhibición pues algunos detalles de su complicado mecanismo no estaban completamente ajustados. Sin embargo la insistencia de Pierre y la suma que ofreció por ella terminaron convenciendo a sus creadores.
Kimiko partió entonces cuidadosamente embalada hacia su nuevo hogar en Lyon.
El excéntrico ejecutivo estaba encantado con el juguete nuevo; exótica y delicada, sus modales exquisitos, sus conocimientos de arte y ciencia, cautivaban también a los vecinos y amigos de Pierre. Todos envidiaban su suerte, Kimiko era la compañía ideal, no tenía pasado, ni familia molesta, ni ex marido. No se quejaba por nada, ni reclamaba, ni hacía escenas de celos por los amoríos de su dueño. No exigía costosos regalos, ni joyas, ni viajes, se limitaba a aceptar con un “gracias” lo que el le ofrecía. Nunca estaba cansada, ni le dolía la cabeza, ni estaba “en esos días”, complacía todos y cada uno de los caprichos y las fantasías de Pierre. Sin pasión de por medio, sin promesas de amor eterno ni compromisos, sin miedos ni sobresaltos, era la amante perfecta.
Kimiko no tenía sentimientos, pero sí un sofisticado software entre cuyas funciones estaba la de corresponder a las emociones positivas según los estímulos que recibía.
Transcurrió un tiempo y la convivencia de la pareja era óptima. Un verdadero shangrilá.
Pierre podía dedicarse a trabajo y placeres sin ningún tipo de preocupaciones ni interferencias. Esa mujer lucía, olía y vivía de forma soñada.
El día amaneció tranquilo, un baño refrescante para los 26 grados anunciados, un desayuno frugal: lo esperaba un día de mucho trabajo y un rápido saludo a Kimiko, precedió a la autopista que lo llevaba a la empresa. Una procesión de hormigas laboriosas a 140 kms. por hora con la meta fija de llegar. De pronto un reventón lo lanzó por los aires, ni el cinturón ni el airbag funcionaron. Sangre, dolores intensos, ruidos, gritos, vahídos, confusión era lo único que recordaba en la cama del hospital a donde fue conducido. Pero lo peor de todo era la angustia de morir sintiendo que ni siquiera tenía alguien a quien darle su último adiós y lo llorara. Eso pensaba entubado y conectado a una máquina en el centro de tratamientos intensivos.
Cuando pudo despertar al mundo, se encontró con unos ojos que lo miraban atentamente, esperando órdenes. A los pies de la cama la mujer androide, bella y helada, le sonreía mecánicamente sin un rastro de sufrimiento o piedad.
Fue recuperando los signos vitales y mientras lo hacía, la presencia de Kimiko no significaba nada. Entretanto esperaba con ansias todos los días la llegada de Karen, la enfermera del turno matutino. No era bonita, ni atractiva, ni si quiera coqueta, tampoco extrovertida, pero cuando se acercaba para medirle el pulso, éste se le aceleraba al simple contacto de esas manos que con uñas prolijas sin afeites ninguno, lo hacían sentir de nuevo vivo.
Mas tecnología en lo de Gustavo
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32 comentarios:
Es el peligro de pensar que podemos reemplazar todo con una máquina. Por ejemplo tenemos tan incorporado el tema del cajero automatico, que a veces pienso cómo se habrán sentido los cajeros de carne y hueso cuando los empezaron a reemplazar por esas maquinas. Como si dijeras "dentista automatico" o "gasista automático" (y encima son tan gorods!)
Me reí mucho con las filas de hormigas a 140... bueno acá no hay, permitido al menos, esa velocidad (siempre sufriendo las desventajas del tercer mundo) pero es taaaaaaan así, lo mismo vayas en un porsche o en 128.
Y a propósito, se fundieron bien "las dos plumas". Siempre pienso que pobre a quien le tocara escribir conmigo!
Besos!
Así que ensayando entradas conjuntas eh??????????...muy buena idea!! además les ha quedado un texto muy bien armado y con un mensaje muy profundo. Las felicito!
Lamentablemente el peligro de que esa situación realmente se dé no es ficticio. Les dejo un enlace para que vean en qué andan los japoneses que, en esto del avance de la robótica son unos capos!
http://www.youtube.com/watch?v=mfxkhzGqZIs&feature=player_embedded
Besos a ambas!
Lola, bueno jajajaja, 140 km ! nuestro personaje estaba un poco apurado ajajja!
El relato en este caso es rioplatense porque Casss es uruguaya. A tener en cuenta las velocidades para cuando cruces a la otra orilla entonces jajaja!
besos
Neo, si vio? es totalmente experimental. Aca la "cuentista" es la amiga Casss, para mi es una novedad. En realidad surgió porque me quedé empantanada en la historia y ella acudió a mi llamado de rescate.
Lo pasamos bien finalmente que viene siendo lo valioso de todo esto.
besos vecina
Excelente relato y con mucha moraleja. Nunca una máquina podrá ser la compañía deseada por un ser humano....Sin duda les falta "calor". Un beso Any
A cuatro manos y ni se nota, lo vuestro es mágia del éter, robótica de la fina a base de creatividad, os felicito, gran idea. Os salió una moraleja nada rara porque existen ya, ahora, las Kimiko que jamás, nunca, igualarán a una Karen. A Kimiko le falta mucha química humana.
Any y Cas, besitos cruzando mares y montañas.
Os ha quedado un gran relato.
La conclusión está clara. El ser humano no es obra del ser humano.
Por eso tiene una "maquinaria" tan perfecta.
Besos a pares.
La imperfección de ciertas mujeres es lo que nos hace real y verdaderamente hermosas! Con alguna cana y michelín de más, aumenta nuestra belleza... somos criaturitas adorablemente imperfectas!
Vaaaale, bueeeeno, prometo un tema más.... más.... más.... menos atornillado la proxima vez?
Besitos, dos, uno para cada una!
Y yo me pregunto: ¿Que no hará la tal Kiniko, cuando la totalidad de su complicado mecanismo esté completamente ajustado?
Ameno relato con moraleja tramposa, pues nosotros, deseando a Kiniko de nuevo, tenemos que rendirnos a la evidencia de preferir a la sosita Karen.
Estas mujeres...
2 besitos 2
Muy buen texto.
La reflexiòn sobre el lìmite que tengan los robots, para reemplazarnos, ya lo estudiò Asimov, en su trilogìa de "Yo, Robot".
el tema es, el "afecto", es una necesidad?
Bien escrito.
Un abrazo.
cuál es el límite, no?
me gustó mucho el texto any y esto de hacerlo en conjunto, me parece genial y les quedó muy pero muy bien, es más deja muchas líneas abiertas, deja pensando
beso
Nena: LAS FELICITO!!!
Estupenda historia!!! :D
Me encantó, es digna de Isaac Asimov! :O
Sabés que el otro día hablaba con Tincho maso de lo mismo?
O sea, la tecnología avanza tanto(no hace falta mas que mirar cómo eran las cosas hace unos, digamos, 25 años?), que en cualquier momento nos tapa..
Igual, dieron en la tecla con eso de tener lo que se quiere, como se quiere, sin compromiso ni ná, que es la utopía de cualquier ser humano, pero que a la larga no es mas que papel picado y espejito de colores, no? :P
Excelente!
EX-CE-LEN-TE! ;)
Besotes Master!!♥♥♥
Bueno, bueno, tienes mucho mérito, pues has creado a Kimiko que es lo que todo hombre pueda desear...
Ni dolores de cabeza, ni periodos de ante-durante-pos menstruación, complaciente en todo...No habla, no se enfada, no tiene caprichos.. vamos la delicia de cualquier varón.
¡¡¡¡¡¡Pero es que lo quieren todo!!
¡¡¡También emociones!!!!
Hay que ver...hay que ver....
Me ha encantado.Un derecho de imaginación...
(bueno de que hayáis sido dos, ya ves no hago comentario....)
Besitos a mogollón
(P.D. Mogollón no es nadie, quiere decir muchos....)
Hola Amigueta: me doy una vueltita y veo que ha gustado nuestro engendro, jajaj. Qué bueno, ser comprendidos en nuestro tiempo y lugar, es otro punto a favor de los humanos.
(entre nos: no le gustaría un simil pero masculino, que reuna en paralelo tan buenas condiciones¿¿¿???? jajajaj=
BESOTES A UD. Y A TODOS. Sus visitantes (algunos los tenemos en común) son un encanto.
P.D. En realidad le comento por la parte que le toca a Ud. no sea cosa que pase de largo y nada...
¡QUIERO UNA KIKIMOOOO! ¿Cuánto cuestan? ¿Dónde la puedo comprar? Vendo el cehículo para juntar el dinero y no accidentarme.
Muy, pero muy bueno me pareció el relato.
Felicitaciones!!!
Buenísimo!
Muy lindo...la verdad me encantó el relato. sin palabras me quedé! besos
Las personas despiden un calor y una energía, que seguro que un robot por muy buena imitación de los humanos que sean, siempre serán robots.
En esos últimos momentos ese calor es esencial.
Me ha gustado mucho
Un beso
¡Felicitaciones a los dos! Me encantó el relato.
Leí que los chinos ya tiene perros robots que cuidan la casa y reconocen a los dueños de casa y les ladran a los extraños.
Besos.
Chicas, felicitaciones!! Me encantó!!
Yo creo que hay hombres que preferirían a Kimiko, o por lo menos mujeres con el estilo de Kimiko que les permiten creer que sienten, aunque no lo hacen. El problema con el robot es que ellos saben que en el fondo son máquinas. En cambio con las mujeres del estilo de Kimiko pueden mentirse a sí mismos diciéndose que ellas sienten algo por ellos.
Igualmente creo que la mayoría termina extrañando al ser humano real... al menos ante situaciones límite.
Veo que Lujo te ha dedicado especialmente a vos una entrada sobre el Príncipe Felipe! jaja Todavía no comenté pero luego pasaré por allí y lo haré.
Felicitaciones nuevamente!
Besos
ANY, QUIERO CENTRARME EN LA PARTICIPACION TUYA...
¡POR QUÉ ESO?
...BUENO...YA TE CONTARE...
LA HISTORIA , COMO DICE ALFREDO, ES TRAMPOSA...HUBIERA QUERIDO, PERO SIN DUDARLO, QUE LA KIMIKO FUERA AMADA CON PASION DE TORNILLOS SUELTOS, CON PASION DE BATERIA PLENA, CON PASION DE CABLES AJUSTADOS POR SU DUEÑO, QUE ESTE, EN REALIDAD FUERA AHORA UN TIPO EN MANOS DE KIMIKO...¡QUE MALA SUERTE TENEMOS LOS ANDROIDES!!!!
BESOS, ANY.
Como otros relatos de este jueves, volvemos sobre el tema de la frialdad tecnológica, en este caso combinado con algo intrínseco al humano, que nunca sabemos lo que queremos.
Buena historia y muy bien contada.
LINDO! CassAny - Any-Cass felicitaciones, buen resultado!
Besos
Holaaaaa Any,
Anoche vi que habías publicado. Lo marqué como pendiente. Me encanta lo que redactas...son pequeños cuentos llenos de magia.
Veo que Cass es otra artífice de pura magia. A ambas os ha quedado un texto que impacta, no deja indiferente.
Muchas felicidades por Kimiko y ese final que da que pensar.
Abrazotes para las dos!
Besos de los Kasukabe!! (Hoy están traviesos) ;)
PD: Any, el vídeo que verás lo uní con un programita. Es la primera vez que uno trozos, por ello me disculpo de antemano por las imperfecciones.
Palabrita que está hecho con cariño.
Los seres humanos no son sustitutibles lo mires por donde lo mires.
Los robots pueden sacarte de muchos apuros, pero nunca podran entender de dolor, alegria o cualquier sentimiento.
Besos
Genial historia Any. Nos lleva como ya han dicho muchos de nuestros amigos, como dice Verónica a que somos de perfecta imperfección o de una imperfección perfecta maravillosamente insustituibles, aunque en algunos casos les podríamos dejar a nuestros chicos una Kimiko para luego dejarla bajo la cama y sustituirla. Mientras se nos pasa el dolor de cabeza abrazadas a ellos.
Me ha encantado tu entrada llena de imaginación y moraleja. Un beso grande
Ya leí el de Cas, y lo tuyo no tiene desperdicio! Muy bien relatado y plasmaste perfecto lo que querías transmitir. Buenísimo!
Muchas gracias por tu visita.
BESOTES HERMOSA Y ESPERO QUE PASES UN FINDE SENSACIONAL!
jajaj.lo mejor es buscarse un personaje de ficción. No hay como la irrealidad para ser feliz.
un arañazo cariñoso
Congratulation!!!!
“Kimiko” representa a la perfección la tradicional fantasía masculina. Sería una de esas “muñecas” con más tecnología. El fin, su utilidad, es la misma: proporcionar el máximo de placer con un mínimo de atención y mantenimiento.
Pero el placer en los seres humanos ayyyyy, funciona en forma infinitamente más compleja…afortunadamente.
Muy bien trabajado el tema y excelente cierre!
Besos Querida Any!!!!
Eh! Y ¿no hay versión masculina?.
Un kimiko tampoco estaría mal, además le podemos poner de chofer porque como son máquinas de precisión seguro que no tiene ni un solo roce.
Os ha quedado precioss la historia conjunta, todo un lujo leerla
Un beso a cada una de Mar
Si aisladas sois temibles, juntas ya no hay quién os gane. Menudo relato nos habeis traido aqui.
Algo que leo al principio sobre su calida piel, me retrotrae a otros relatos en los que se habla de algo parecido, incluido el mío. Me hace pensar en la importancia de la piel y del tacto para el ser humano. El tacto es el primer sentido que reconocemos cuando nacemos y por ello lo utilizamos para humanizar a los hombres de metal.
Un beso
ESTAS CONVOCADA AL ...
HALLOBLOGWEEN
Muy buen relato. Es que en el fondo lo que uno desea, en forma conciente o no, son los problemas de la vida. Las sensaciones. Una suegra, un ex marido a quien culpar de algo.
De eso se trata el asunto.
Un saludo.
Gracias a todos los que pasaron y leyeron este jueves.
Un abrazo a cada uno
=D
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