domingo, 30 de agosto de 2009

El flautista de Hamelin (version perruna)


He empezado a pensar que esta es mi primera vida como ser humano, digo, vieron que la gente habla de las vidas pasadas y suponen que fueron Cleopatra o Leonardo Da Vinci …ah si claro, no nos vamos a andar con chiquitas.
Yo en cambio me pregunto si no habré sido perro en mi vida anterior porque siempre encuentro alguno que me sigue. Es raro, porque entre los perros y los gatos prefiero los gatos, me encantan, pero yo a ellos ni fu ni fa. A los perros si, les caigo bien, es como si me reconocieran (¿?) y eso que yo no muevo un dedo eh? ni una seña, ni los llamo “picho, picho”, ni un silbido … nada. Sin embargo he tenido varios episodios de seguimiento callejero perruno. Si los hubiera llevado a casa a todos ya tendría mi propio Imusa (Instituto Municipal de Salud Animal en Rosario).
La única vez que lo hice estaba viviendo en el sur, un período irrecordable salvo por mi perra que me encontró (si, ella me encontró a mi estoy segura) un domingo por la calle y me siguió hasta la casa, se instaló en la puerta, me seguía cada vez que salía, me esperaba y me acompañaba de vuelta. Esto duró una semana, hasta que no tuve mas remedio que dejarla entrar, evidentemente había llegado para quedarse. Era toda negra, grande, raza indefinida del estilo de los labradores, tenía sarna, le faltaba pelo en algunos lugares del cuerpo, y el que tenía era opaco y apelotonado de mugre creo. Estaba tan pero tan sucia que cuando por fin dejó que la bañáramos le aparecieron las cicatrices de la guerra del 14’ como dice el chiste, tenía muchas. Le pusimos Mundicia medio en broma y le quedó ese nombre finalmente.
Sería largo de contar y no viene mucho al caso tampoco, pero la Mundi me salvó la vida un par de veces; una de morir quemada en un principio de incendio que hubo en la casa y otra de alguien que amenazó golpearme y ella se le echó encima dispuesta a comérselo crudo.
Casi ciega, me la pisó un camión en la ruta. Ha pasado mucho tiempo pero no la olvido, todavía hoy escribiendo esto su recuerdo me estruja el corazón.

Ahora tengo uno feo, muy feo y muy peludo, chiquito y todo negro también, como la Mundi, que me acompaña a tomar el colectivo cuando salgo del laburo. No sé de donde salió, a las 7 en punto está en la puerta del estudio y me escolta cual guardaespaldas hasta la parada. Camino rápido a propósito y tiene las patas tan cortas que tiene que correr para seguirme, pero no le importa; me da terror que lo pise un auto cuando cruzamos la avenida. “Salí, fuera, fuera …” – le digo, pero no me hace ni medio caso. Supondrá que lo voy a llevar conmigo? Ya se lo aclaré “estimado, te agradezco tu compañía pero no me mires con cara de huerfanita Annie porque no pienso adoptarte”. Me parece que no me entendió, hasta movió la cola como si le hubiera dicho un piropo, pobrecito. “Soy la prima latina de Cruella Devil y si me seguís jodiendo te voy a convertir en estola (bué, en estolita …)” – nada, ni bola … .
Me intriga este fenómeno, que será lo que perciben los perros que yo no alcanzo a ver en mi misma?
Me encanta decir “no tengo un perro que me ladre!” cuando me pongo dramática pero visto esto voy a tener que ir cambiando el discurso … .

lunes, 24 de agosto de 2009

Dementor de cuarta ...


Las personas tenemos pequeñas felicidades que nos hacen mas llevadera la rutina. Cosas que disfrutamos en grado superlativo, cosas tontas que para otro no significan nada, pero para nosotros son importantes e intocables. Es difícil dar un ejemplo porque hay tantas pequeñas felicidades como personas existen, cada uno tiene las suyas.
Una de las mías era salir del trabajo mas temprano los días viernes, trabajar corrido y salir a las 16 en lugar de a las 19 como el resto de la semana. Y digo era porque ya no puedo hacerlo.
Con una excusa insostenible, mi jefe decidió terminar con este pequeño, pequeñísimo privilegio que tanto esperaba durante toda la semana. Los viernes entonces salgo en el horario de siempre. Los viernes ya no serán los mismos para mi.
Sacarle a alguien su pequeña felicidad sin un motivo absolutamente valedero es una acción abominable, es condenarse al infierno, es convocar a los hados malvados del rencor reconcentrado, es despertar los mas bajos instintos del damnificado. Es hacerse acreedor a toda clase de maldiciones, insultos mentales y deseos de la mas variada calaña, desde que “ojalá se te caiga un piano en la cabeza” hasta “que te salga una joroba dolorosa”; desde “porque no se cortará la luz asi perdés el escrito en el que estuviste trabajando toda la tarde …!” hasta “ojalá el viagra que (seguro) tomás esté vencido y en mal estado”, ojalá …, ojalá … .
Mis compañeras dicen que lo hace de viejo maniático; yo digo que lo hace de mala persona que es, no hay otra explicación; seguramente el viernes por la tarde una de sus pequeñas felicidades es pensar “mientras yo estoy aquí al sol y jugando al tenis las taradas están encerradas en el sarcófago mirándose las caras …"
Por mas que intento no entiendo este tipo de cosas, asi que dejo el remo al costado del bote y hago la plancha, con la esperanza de que este tipo se lo lleve por delante y caiga como un sapo en medio del barro.

miércoles, 19 de agosto de 2009

La moda se pasa de moda


Hoy leía a Flor que hablaba de la tiranía de las modas y de cómo eso va quedando atrás a medida que vamos creciendo. Y mas tarde volví a escuchar un planteo parecido en la radio.
Desde la adolescencia hasta los 20 – 25 (hablo en general) se vive pendiente de la moda, las formas de vestirse, las marcas, lo que se usa en todos los órdenes.

*Vas a bailar con minifalda y strapless aunque el termómetro marque 10º bajo cero

*Vas con tacos de 8 cm aunque a la media hora no puedas mantenerte parada

*Tenés que usar jeans marca Kuchufliten (Cuchuflito en alemán, como? no lo conocés?) porque es el que usan todos tus amigos

*Usás borcegos con 45º a la sombra y aunque se te derritan los pies porque eso es lo que todos llevan

*Te hacés un jopo lacio de 18 cm aunque en realidad tengas la cabellera de Kunta Kinte, porque eso es lo “in”

*No comés, chupás un perejil invierno y verano porque no podés pesar mas de 42 kg

*Te vestís y te pintás los ojos de negro como si trabajaras en El regreso de los muertos vivos o fueras la prima de Morticia Adams, porque “todas van asi che, vos no entendés nada!”

*Escuchás esta música y no otra, hablás de una forma determinada, practicás hockey o rugby (como vas a jugar al tejo por ejemplo? por favor!)

Todos mas o menos igual, todos parecidos, al chico diferente lo miran raro. Y como? No se supone que esa es la época de la rebeldía y de pelearse con las convenciones y de sentirse mas libres?
Es un contrasentido porque uno envejece y se aburguesa pero te van importando cada vez mas un pito las modas, las marcas, si se usa o no o si no te compraste todavía “eso” que todos llevan. Lo mas importante empieza a ser estar cómodo con uno mismo. Y me visto como me dá la gana, y si tengo frío me pongo tres pullóveres y si tengo calor voy en ojotas, y si quiero juego al ping pong …

Como es? Mas joven = mas libre? O Mas viejo = mas libre?

Un poco y un poco pero yo voto por la segunda, los viejos se sienten menos atados, menos obligados, no aparentan, se visten como les da la gana y dicen lo que se les pasa por la cabeza sin problema. Y como dice Maitena ya saben que es lo importante: los afectos y un buen plato de comida.

lunes, 17 de agosto de 2009

Good morning sunshine!


De la serie Mi tecnología personal
Hoy: El despertador

*No, radio no, nada que me hable, a esa hora no soporto ni mi propia voz así que menos soportaría la voz de un tarado atronándome con un “buen día!” (matate!) o con noticias que no quiero escuchar. No, música tampoco, me da miedo imaginarme que me despierte el Puma Rodríguez por ejemplo: “Aaaagarrense de las manos …”, que se puede esperar de un día que comienza asi …

*Tampoco tiene que hacer tic tac tic tac tic tac porque me vuelvo loca, ergo debe ser digital

*Debe tener luz para que pueda ver la hora cuando me despierto en mitad de la noche y quiero saber cuanto tiempo puedo dormir todavía

*Los números tienen que ser grandes porque soy miope y dormida soy el doble de miope

*Fundamental que tenga snoozer y me recuerde cada 7 minutos que debo levantarme, si suena una sola vez estoy frita …

*Tiene que ser de material resistente a prueba de manotazos y revoleos

*Y si realmente fuera un despertador como la gente nunca jamás! sonaría antes de las 9 a.m., pero ya estoy pidiendo demasiado …

viernes, 14 de agosto de 2009

Eterno resplandor de una mente con recuerdos ...


Mi primer recuerdo en este mundo tiene que ver con perderse. En mi casa dicen que invento, que no puedo recordarlo porque tenía 3 años. Pero yo me acuerdo.
Estoy en La Favorita, tradicional gran tienda de la ciudad ahora devenida en Falabella, y vago sola entre mostradores y maniquíes que me parecen gigantes. Estoy perdida, donde está mi mamá? No la veo, camino, camino, camino. En algún momento ya cansada de caminar y buscar me acuesto en el piso alfombrado al lado de un maniquí que tiene puesto un sombrero rojo y lloro despacito. Lloro, lloro, tengo la cara caliente y mojada llena de mocos. Una mujer se arrodilla a mi lado y me habla, no recuerdo que me dice ni su cara, pero si recuerdo su perfume, que bien huele … ya no me siento tan mal, ese perfume me reconforta … y de allí la escena salta a mi madre que me limpia la cara con un pañuelo y me pregunta “donde te habías metido?”
Que mecanismo será el que hace que un momento determinado se grabe en nuestra memoria? Porque ese momento y no otro? Porque uno recuerda un detalle tonto como el perfume? Porque ese recuerdo vuelve frecuentemente?
Hasta el día de hoy cuando estoy en una situación complicada evoco el olor de ese perfume e increíblemente eso me calma. Es raro si.

Cual es el primer recuerdo de uds? El mas lejano, el mas remoto. Tienen algún recuerdo “tranquilizador” para momentos difíciles?
Díganme que no soy la única loca por favor … .

martes, 11 de agosto de 2009

Just in case ...


Este mediodía pasé por la casa de mi madre.
Porque no me avisaste que venías a comer?” – protestó. “Porque no sabía que iba a tener un rato, pero no te preocupes, me tomo unos mates …”
Ah no, no, tengo unas hamburguesas de pescado con verdura en el freezer, te hago una con un tomate?”
Mi madre odia el pescado. “Desde cuando comés hamburguesas de pescado vos?”
No, yo no las como, las tengo por las dudas …”
Siempre me intrigó que quiere decir con este “por las dudas”. Es como tener una especie de vida paralela e imaginaria, en la cual podrían llegar a pasarle las cosas mas impensadas, cosas que jamás le han pasado ni le van a pasar … pero no sé, ella piensa que si y está siempre preparada.
Su cartera es como una caja de Pandora, nunca se sabe lo que puede salir de alli, desde caramelos de miel (por las dudas le dé tos), hasta una linterna (donde andará metiéndose esta mujer, voy a tener que seguirla …), una guía de calles (para ir hasta la panadería aquí a la vuelta), un pequeño martillo (no, no me pregunten porque no sé para que es, ya me dá miedo …), una lupa (elemental Watson!), una calculadora, una tijerita, un encendedor (no, no fuma), un calzón sin estrenar todavía en su envoltorio de plástico (Dios! no permitas que tenga necesidad de usarlo!) … .
Cuando sale de viaje el 80% de su equipaje está compuesto de cosas que lleva “por las dudas”; aunque vaya al desierto de Gobbi lleva piloto y paraguas; si va al Caribe con 48º a la sombra llevará seguramente un par de pullóveres, en su bolso no faltarán aspirinas, curitas, antialérgicos, algo para el dolor de estómago, algún anti-inflamatorio y el suero anti-ofídico por las dudas una víbora cascabel la ataque dentro del free shop claro … .

Como dentro de poco cumple años propuse que le compremos un celular; que mejor que un teléfono para cubrir todas las eventualidades, prevenir las catástrofes y alimentar su vocación de Mac Gyver frustrada.
Mejor preguntale si lo va a usar …” – dijo mi hermano conocedor como pocos del complejo mecanismo cerebral materno.
Un teléfono? – preguntó sorprendida - pero no! mirá si voy a andar acarreando un teléfono en la cartera … para que?”

Y que se yo Má, por las dudas … .

domingo, 9 de agosto de 2009

Cuando sea grande ...

Aunque hace muuucho

Superamos el metro veinte

Dejamos de creer en los reyes magos

Aprendimos a leer de corrido

Guardamos o regalamos los juguetes (y el elástico snifff)

Supimos que el viejo de la bolsa no existe (o si?)

Perdimos algunas ilusiones

Descubrimos nuevas sensaciones y adquirimos algunas habilidades

Nos sorprendieron dolores que ni siquiera imaginábamos

Nos resignamos a aceptar responsabilidades

Intentamos racionalizar los miedos

Dejamos de sentirnos inmortales

El niño que fuimos con toda la inocencia, las ganas, la alegría, el deslumbramiento, los sueños, la confianza, la urgencia, la expectativa, los temores, los berrinches, las inseguridades … ese niño sigue allí, esperándonos. No lo olvidemos.

martes, 4 de agosto de 2009

Los Bichis


En el piso de arriba vive una pareja como de unos 30 años. Les digo “Los Bichis” porque asi se tratan mutuamente en público. Escena en el ascensor “Bichi, tenés la llave a mano, la mía la guardé en la cartera” “Pero Bichi, si abriste vos abajo … porque la guardaste?” “Ay no me di cuenta Bichi …”. Que diálogo eh? Que facilidad de palabras tiene esta gente. Tanto bicherío me empalaga y me marea. En fin, alla ellos.
Lo extraño es que apenas cruzan la puerta de su casa el Bichi y la Bichi fieles a su condición insectil, mutan; se escuchan portazos, gritos y el Bichi se transforma en “Pedazo de pelotudo!” y la Bichi en “Loca de mierda!” y otros apelativos muy poco románticos. No entiendo mucho. Tanto “amor” dura solo lo que dura el trayecto por el pasillo y el viaje en ascensor? Pero bueno, que se yo, la gente es rara y a mi mientras no me jodan la verdad que me interesa poco.
Ayer llego a mi pent house (bueno che yo lo veo asi) pensando solo en revolear los zapatos, poner un poco de música y tomar unos mates reparadores. Ahhh hogar dulce hogar … que cansada estoy … prendo la compu y de repente BRRRROMMMM, sobre mi cabeza un ruido espantoso, gritos e insultos de grueso calibre (no soy fina?).
A la flauta! – pienso – empezó la revolución y yo ni enterada!
“Te voy a matar enfermo!, andate de acá!” “Dame mis cosas infeliz! Que hacéééésss hija de puta, que hacééésss???” Ruido de puerta del balcón y veo caer ropa, no me animo a asomarme, pienso que en cualquier momento voy a ver pasar al Bichi o a la Bichi en caída libre frente a mis narices. Ma si, que se maten – pienso - yo me voy a bañar.
Salgo de la ducha, no se escucha mas nada, que habrá pasado? Voy a colgar la toalla al balcón y encuentro una campera enganchada en la baranda. Oia, vinieron los reyes? Ah no, es la campera del Bichi … . Y que hago con esto?
Esta mañana antes de irme a laburar, subo y le toco el timbre. Y si, a las 7:40, si ellos me pueden atormentar con sus gritos y sus kilombos, yo les puedo tocar el timbre a las 7:40 o no? Igual nadie contestó, asi que le colgué la campera en el picaporte y me fui.
Mientras escribo esto no se escucha ni el ruido de una mosca, se habrán matado mutuamente y tendré que dormir esta noche con un par de cadáveres sobre mi techo?
Me parece que esta noche no duermo … .-

domingo, 2 de agosto de 2009

En casa


Salgo, camino hasta calle Córdoba y llego a la plaza 25. Sigo por el pasaje Juramento que comunica al Monumento, las esculturas de Doña Lola me saludan. Subo para ver la llama votiva y miro las escaleras del patio cívico con ganas. Estaría para correr una carrerita eh? En mis oídos todavía resuenan las risas de mi infancia, “el último cola de perro”! y la llegada abajo con la lengua afuera. Estoy en casa.

Sigo caminando y llego al paseo de los artesanos. Cuantas cosas me compraría! Esto, esto y esto otro también. A ver cuanto tengo … no, no me alcanza. Bueno, el próximo domingo.
Llego al parque España y me quedo un rato laaaargo mirando el río que hoy se ve hermoso. Saco el diario y mi matecito de la mochila y me siento alli, con todo el paisaje para mi. Esto es vida si señor! Estoy en casa.

Ya son las 12. Mejor voy volviendo. Subo por calle Mendoza y ya que no me compré nada paso a pagarle al diarero. Como siempre me quiere cobrar demás. “Pero como 5 diarios si Julio tuvo 4 domingos solamente? Que? No, no, no! hace un montón que no compro la revista de pintura sobre tela! Yo saqué la cuenta, son $24”. Le pago, me mira, resopla y me hace el recibo: $24 y abajo con letra chiquita dice “pagó lo que le dio la gana”. Estoy en casa.

Pongo la llave en la puerta, está sonando el teléfono. Apuesto mi vida a que sé quien es y no me equivoco. Del otro lado una voz con tintes de cacatúa acelerada me taladra la oreja. “Si … si … ahá…. si … recién llego … de por ahí … sí me acordé … que tanto apuro? … ufa, ok, ya salgo para allá, chau má.” Estoy en casa.

Extrañaré todo esto el día que me vaya? Antes pensaba que no, ahora no estoy tan segura …