miércoles, 9 de junio de 2010

Este Jueves un Relato: Hacemos Deporte?



Deportes … deportes … . Siempre me gustaron, sobre todo los que tienen que ver con el agua. Me hubiera encantado hacer nado sincronizado por ejemplo. El problema es que tengo poco espíritu de competencia, asocio el deporte con la diversión. Y además es sabido que un buen deportista necesita voluntad, concentración, empeño, orden, espíritu de sacrificio, tenacidad, … que será todo eso por las barbas de Neptuno???. Ninguna de esas virtudes venía en mi currículum cromosómico al nacer; en el papel que le entregaron a mis padres solo decía “Felicidades esta es Any: E’ lo que hay, así que a ver como se las arreglan”.

“A hacerte la payasa te vas a otro lado!” - me dijo una vez a los gritos un profesor en la cancha de basquet. Y me arruinó la diversión y la carrera de basquetbolista profesional. Quien querría pasar 4 o 5 horas por día con semejante energúmeno, cara de amargo, que lo único que hacía era gritar y tratarnos como si estuviéramos en el ejército. Yo no por supuesto.
Asi que me pasé al volley, después al tenis, intenté aprender a esquiar (que lindo es!) … todo lo hice en forma mediocre, mas o menos mal, nunca logré destacarme ni tomármelo en serio.
Lo último que hice con cierta regularidad hasta el año pasado fue tai chi chuan, que curiosamente es una actividad tranquila, “seria” y que ayuda inmensamente a la flexibilidad del cuerpo y a la concentración de la mente, entre otras cosas. Y me gustó.

Si me pidieran nombrar un deporte cotidiano me inclinaría por la risa sin dudarlo. Si, si, la risa es un deporte señores. O por lo menos tiene muchos de los beneficios que se obtienen practicando alguna de las actividades tradicionales. Oxigena los pulmones y el cerebro, regulariza el ritmo cardíaco, la presión arterial y la función intestinal (otra que el Activia!), relaja las tensiones, reduce el stress, quema calorías! Cuando reímos el organismo produce endorfinas o sea opioides (ah guau!) con efectos analgésicos, tranquilizantes y/o euforizantes. Encima es gratis, que mas se puede pedir?
Lamentablemente esto de reir se practica poco; un niño sonríe un promedio de 300 a 400 veces por día, un adolescente unas 70 y un adulto … solo unas 10 a 20 veces diarias.
Vayamos tras la risa, si se esconde busquémosla, si no aparece inventémosla. Si estamos tristes vistámonos con ella que aunque a veces sea solo un disfraz, igual servirá para contagiar a otros y hacer el camino un poco mas liviano.
Convirtamos a la risa en deporte y practiquémoslo a consciencia.


Para leer a otros deportistas pueden pasar por lo de Gustavo: