miércoles, 1 de abril de 2009

El valor de las cosas


Generalmente lavo la ropa el fin de semana y la tiendo en la terraza donde cada departamento tiene asignada una jaula. Entre semana solo lavo la ropa interior del día y la cuelgo como venga, en un tender en el balcón (si, ya sé que no queda muy decorativo pero me ahorra tiempo y esfuerzo).
Pero a la musculosa fucsia no, ; la musculosa fucsia fue “la” compra del verano: me enamoré a primera vista de ella y a ella le pasó lo mismo creo, si hasta podría jurar que fue ella la que me chistó cuando pasé esa mañana frente a la vidriera: “Pst Pst ... Hermosa doncella, libérame de este destino opaco de escaparate de barrio, llévame contigo!” (si, que pasa? Las musculosas son así de rebuscadas para hablar, además esta venía de la India así que posiblemente estuviera doblada al castellano neutro, y ... y además no tengo porque dar tantas explicaciones che, hablaba asi y punto). Como sea, era una prenda simple pero atractiva, su color brillante hacía parpadear al que la veía y tenía un pequeño bordado hecho en mostacillas de colores adelante. Tenía algo especial, llamaba la atención. Para ser sincera, resultó bastante cara, pero uno no puede reparar en tal detalle insignificante en esos momentos de frenesí adquisitivo, “el amor es mas fuerte” como dice la canción. Así que pagué lo que me pidieron y me la llevé.
Bien, decía que a mi musculosa fucsia le dedicaba mis mejores esfuerzos como lavandera y la colgaba sin estrujar, con toda el agua (para que no se arrugara demás), en una percha dentro de la jaula, después que bajaba el sol (para que el color no se mareara). Si bueno, estaba medio paranoica como quien dice, pero me gustaba tanto que pretendía cuidarla con un poco mas de esmero, tenía la ilusión de que envejeceríamos juntas ... Error, el domingo a las 22 cuando subí a buscarla solo encontré la percha vacía. Me la robaron!!! Quién? Como??? Metieron la mano por un pequeño hueco que hay en el alambre sin dudas. Tiene que ser alguien de acá - pensé – que hago? que hago? que hago???? Organizo una razzia por todo el edificio? No, demasiado extremo. Pongo un cartelito en el ascensor ofreciendo una recompensa? No, si no tengo una moneda, debería pagarla en especies ... ehhhh … ah no, descartado. Bueno, recompensa no, pero puedo poner algo intimidatorio tipo “Devolveme la musculosa o sos boleta” “Sé quien sos, dejá la musculosa en la jaula de donde la robaste o atenete a las consecuencias”, o algo que inspirara compasión “Dale devolveme la musculosa que es la única que tengo, por favor que te cuesta!” , finalmente me decidí por un sobrio “El que haya “encontrado” una musculosa fucsia favor de devolverla en el 8º H, gracias”.

Nada ni noticias. Sé que no la voy a recuperar, tampoco es tan importante, pero me quedé pensando como se apega uno a las cosas, y no hablo ya de cosas valiosas que sería mucho mas lamentable perder, sino de las cosas de uso cotidiano, cosas chiquitas pero que para uno tienen un significado especial. En lo que va del año llevo perdidas dos de estas cosas, las dos por robo. La última foto carnet de mi viejo que llevaba en la billetera que me robaron en las vacaciones (lo conté aquí el 01/02) y ahora esta prenda de la que me había “enamorado” tontamente. Si una pavada, me puedo comprar otra, no igual pero parecida o quizás mejor, pero me gustaba “esa”. En fin. Y como dicen que no hay dos sin tres, estoy pensando que será lo próximo que me roben, ojalá el dicho se equivoque…

Uds, gente que pasa por San Ignacio, tienen algo de poco valor material pero que consideren muy valioso y que lamentarían perder? Que? Me cuentan?