martes, 3 de febrero de 2009

Acá hay verano!!


No sé como alguna vez me gustó esta época del año. A quien se le ocurre? En que estaría pensando? Tan loca estuve alguna vez?


Parece que si. Pero se acabó, basta, finito, kaputt. Cuando el termómetro marca más de 30º me convierto en un ser desagradable, malhumorado, intratable y desgraciado.


Antes de salir para el laburo y tener que pararme a esperar el bondi a las 14:45, al rayo del sol, soy el ser más infeliz del planeta; ruego a los dioses que en ese momento haya un terremoto, un tsunami, una invasión extraterrestre, no sé, algo que me impida salir.


Me imagino levantando el teléfono y diciéndole a mi jefe: "no puedo ir, me picó un emjambre de abejas asesinas, un grupo terrorista me tomó de rehén, tengo malaria fulminante y contagiosa...".


No hay caso, a la hora señalada estoy derritiéndome en la parada, y sigo derritiéndome en la oficina al compás de un ventilador pedorro que tira aire caliente y encima hace un tac, tac, tac que me vuelve loca.


Malditos miserables, hijos de mala madre! Compren un aire acondicionado! Los empleados también somos personas y tenemos sensación térmica carajo!

Estemm ... caramba, parece que me exalté.

El verano es un rejunte de sudor, bichos de toda calaña, publicidades para venderte celulares o cerveza, tormentas horribles como la de ayer, cortes de energía eléctrica, olores que se van reconcentrando y humores que se van agriando conforme sube la temperatura.

Señores, el verano es para estar de vacaciones en la playa, o flotando en una pileta con un daiquiri en cada mano, no sirve para otra cosa.

Falta mucho para el invierno???