domingo, 9 de agosto de 2009

Cuando sea grande ...

Aunque hace muuucho

Superamos el metro veinte

Dejamos de creer en los reyes magos

Aprendimos a leer de corrido

Guardamos o regalamos los juguetes (y el elástico snifff)

Supimos que el viejo de la bolsa no existe (o si?)

Perdimos algunas ilusiones

Descubrimos nuevas sensaciones y adquirimos algunas habilidades

Nos sorprendieron dolores que ni siquiera imaginábamos

Nos resignamos a aceptar responsabilidades

Intentamos racionalizar los miedos

Dejamos de sentirnos inmortales

El niño que fuimos con toda la inocencia, las ganas, la alegría, el deslumbramiento, los sueños, la confianza, la urgencia, la expectativa, los temores, los berrinches, las inseguridades … ese niño sigue allí, esperándonos. No lo olvidemos.