martes, 6 de noviembre de 2012

El malvón hace al ladrón




Hace días que – in itinere hacia mi mansión – me llama la atención un malvón color morado que adorna la puerta de un edificio sito a poca distancia del mío. Ahhhhhhhhhh que lindo es! que color! que flores! Y el malvón prende tan fácil … , lástima que siempre hay alguien entrando o saliendo del lugar, hecho que me impide concretar mis intenciones; intenciones de lo mas aviesas, solapadas , siniestras, perversas. Si adivinó, estoy planeando hacerme con un gajo.
Bueno no me mire asi! Un gajito de una planta que es grande y frondosa, un gajito solamente!.
La cosa es que hoy se presentó la oportunidad: nadie por aquí … nadie por allá … y yo que me abalanzo sobre el malvón y elijo el gajo. Estoy a punto de cortarlo cuando escucho unos golpes provenientes de la puerta (de vidrio oscuro maldición!) del edificio. Ya estoy a punto de lograr mi objetivo, asi que no voy a abandonar la operación justo ahora. Track! corto el gajo y track! se abre la puerta y aparece una vieja que a voz en cuello me grita: “Que estás haciendo? No me cortes la plantaaaaa!!!”
Continúo como si oyera llover y la vieja por supuesto continúa increpándome “Como vas a cortar la plantaaaaa??? Sos una maleducada!!! Sos una ladrona!!!” Ladrona dijo? Ladrona yo? La verdad es que la palabra me golpea, la miro un poco desorientada, no sé si contestarle y trenzarme en un ida y vuelta de insultos; o tal vez debería ensayar una disculpa; o debería tirar el gajo y salir corriendo … . Finalmente opto por ignorarla y seguir mi camino (malvón en mano claro), mientras ella sigue a los gritos y los que pasan la miran extrañados.
Lo malo es que la vieja resulta ser la portera de ese edificio, y yo paso por alli todos los días. Si no quiero cruzármela y que me vuelva a insultar deberé dar un rodeo o cruzar la calle.
Comentada la cuestión con mi Sra. Madre, le da la razón a la vieja (cuando no …) y opina que lo mas correcto hubiera sido golpear la puerta, y pedir permiso para cortar el gajo. Si … ponele.
Me queda dando vueltas el tema en la cabeza y no sé … me pregunto como se sentirán los que roban, los rateros comunes y los grandes ladri de las altas esferas que se quedan con la plata de la gente como si nada. ¿Cómo será quedarse con lo de otros sin que la consciencia tenga ningún tipo de intervención? ¿Cómo se excusa uno ante uno mismo? ¿Con que cara se miran al espejo y miran a sus hijos todos los días?
Evidentemente hay un mecanismo que se me escapa. Tal vez el malvón me de la respuesta cuando florezca … .