miércoles, 20 de mayo de 2009

Fiebre de miércoles por la tarde


Hoy me quedé en casa. Maldito resfrío que de no ser por la fiebre me lo aguantaría de pie. Bueno, igual no me quedé mucho en cama porque me aburro como una honga, en el cuarto no tengo tele, ni compu, ni siquiera la luz es buena para leer.
Asi que ando vagando por la casa disfrazada de gripe, un pijama viejo, una frazada de cuadraditos de lana de todos colores y una montaña de pañuelos de papel. Me tomo un té con limón y miro un rato la tele, me tomo un mate cocido y me siento un rato en la compu, hablo por teléfono, leo el diario que me prestó mi vecina, me hago una sopa … y ya me cansé de estar encerrada aquí !!! Socorro !!!. Bué … por lo menos esta tarde no laburo, esa idea me pone un poco mas contenta.

Hoy no estoy muy brillante, perdón quise decir hoy tampoco estoy muy brillante (pero por lo menos le puedo echar la culpa a la fiebre cuak!).
Esperaba ganarme un crucero por el Mediterráneo en el concurso de Blonda … pero no, no me saqué nada, ni un premio consuelo siquiera, sniffff. De los cuentos ganadores personalmente el que mas me gustó fue el de Caperucita que sacó el tercer puesto , pero vieron que esto va en gustos, si quieren leerlos pueden pasar por aquí: http://www.cronicasdeunasolteriaanunciada.blogspot.com/
Les dejo el nº 15 que era el mío (y salió quinto cola de perro jajajaja), es corto che no se asusten! Rápidamente, la idea era terminar el microrelato de Cortázar (que encabeza el texto) en 200 palabras o menos:

Concurso Blonda: Te cuento el final



"En un pueblo de Escocia venden libros con una página en blanco perdida en algún lugar del volumen. Si un lector desemboca en esa página al dar las tres de la tarde, muere..."


- No me diga que ud cree en esas pavadas!! – dije sonriéndome
- Si que creo, yo estuve en ese pueblo, compré varios libros en lo del viejo Mathew ... y los tengo aquí mismo, quiere verlos?
- Claro, a ver – los examiné - pero ... son libros comunes, viejos, no tienen nada de raro, en este por ejemplo … ni siquiera encuentro una página en blanco ... – comenté con desilusión.
- Mi estimada amiga, para encontrar la página en blanco tendría ud que esperar a las tres de la tarde; yo nunca me he animado, quizás si ud quisiera intentarlo conmigo ... que dice? Se anima?
- Pero Blake!!! yo a esta altura me animo a cualquier cosa, ya no tengo nada que perder.
- Entonces la espero mañana a las dos y media, tomaremos un té y buscaremos la página en blanco a las tres en punto.

Ayer un inconveniente de último momento me impidió llegar a la hora de nuestra cita. A las tres y diez me encontré con la policía en la puerta de la casa de Blake. No quise verlo, me dijeron que tenía una mueca de horror y un viejo libro entre las manos.