Adeus ...

Y nos vamos nomás, ya estamos casi listos. Mudar una oficina es muuuy trabajoso. Millones de papeles, carpetas, expedientes, libros que acarrear hacia el nuevo lugar; pero lo peor de todo es revisar, para saber que sirve y que no, hay que revisar no queda otra. Revisar cosas muy viejas se complica por la tierra y las alimañas de toda clase que suelen ser parte de la experiencia. Amontonados en un cuarto en la terraza hay casi 40 años de profesión del jefe mas viejo; hay papeles suyos y de los otros 4 leguleyos que también han contribuido al juntadero de porquerías legales escritas. La justicia luce mugrienta y envejecida en este lugar, como para no desentonar con la realidad.
Por suerte no soy parte de la expedición al tugurio que hace las veces de archivo (mis compañeras me miran con un poco de odio me parece) dado que la última vez que subí a rebuscar algo alli fui atacada por un ejército de pulgas enfurecidas (o piojillo del papel no sé), que me provocaron una alergia espantosa, ergo, con mi mejor cara de trágica me negué absolutamente a volver a subir. “Que me echen si quieren, yo arriba no voy” – dije en voz lo suficientemente alta como para que me escucharan. Y créase o no resultó. Bueno, no sé si resultó o estarán planeando rajarme en un par de semanas cuando se les pase la euforia de la mudanza … .

Lentamente el lugar va quedando vacío, como una escenografía que se va desmantelando poco a poco. Da algo de pena verlo. Alli se quedan 9 años de mi vida. Mucho esfuerzo, muchos nervios, algunos momentos tristes y muchas risas también por suerte.
Aunque estoy contenta de irme me da cierta melancolía pensar que falta tan poco para la despedida. La casa es fea y deprimente no voy a extrañarla, entonces no sé que es esta sensación rara. Seguramente es una muestra mas de mi gataflorismo que a esta altura del año y con este calor ya alcanza niveles importantes.
Y bueno, en unos días nuestro mundo laboral cambia de escenario. Veremos como nos va.

Se han mudado muchas veces? Les gusta mudarse?