La canción debería llamarse “Wake me up when November ends”. No me gusta este mes, nunca me va bien en Noviembre. Menos mal que ya se va y espero que se lleve toda la melancolía con el.
Mañana se cumple un año de la muerte de mi amiga Coca; este post fue muy especial para mi y salió asi de un tirón, como si alguien me lo dictara.
Lo vuelvo a subir en homenaje a Coquita y porque vengo medio para atrás con la inspiración. Algunos ya lo leyeron, y los que no, espero que les guste la historia.
Carolina llegó a la escuela en quinto grado y desde ese momento nos hicimos inseparables. Caro era hija única y vivía con Coca su madre. Coca era una mujer bajita, algo regordeta, con unos ojos muy grandes y oscuros siempre perfectamente delineados. Se vestía muy llamativa con colores estridentes , usaba muchos collares y aros grandes, y una veintena de pulseras que le ponían un tilín tilín a los ademanes con los que siempre acompañaba sus palabras. Lo mas llamativo de Coca era el pelo, negro y largo hasta la cintura, lo llevaba siempre peinado en una trenza, que pocas veces dejaba suelta, generalmente la enroscaba formando un gran rodete. Supongo que me llamaba tanto la atención porque la comparaba con mi madre que siempre usó el pelo muy corto, unos aritos muy pequeños de oro como único adorno y la cara lavada.
Mañana se cumple un año de la muerte de mi amiga Coca; este post fue muy especial para mi y salió asi de un tirón, como si alguien me lo dictara.
Lo vuelvo a subir en homenaje a Coquita y porque vengo medio para atrás con la inspiración. Algunos ya lo leyeron, y los que no, espero que les guste la historia.
Carolina llegó a la escuela en quinto grado y desde ese momento nos hicimos inseparables. Caro era hija única y vivía con Coca su madre. Coca era una mujer bajita, algo regordeta, con unos ojos muy grandes y oscuros siempre perfectamente delineados. Se vestía muy llamativa con colores estridentes , usaba muchos collares y aros grandes, y una veintena de pulseras que le ponían un tilín tilín a los ademanes con los que siempre acompañaba sus palabras. Lo mas llamativo de Coca era el pelo, negro y largo hasta la cintura, lo llevaba siempre peinado en una trenza, que pocas veces dejaba suelta, generalmente la enroscaba formando un gran rodete. Supongo que me llamaba tanto la atención porque la comparaba con mi madre que siempre usó el pelo muy corto, unos aritos muy pequeños de oro como único adorno y la cara lavada.
Pero lo que a mi mas me gustaba era el abanico que usaba Coca; un abanico negro de encaje, con una especie de bailaora, supongo, pintada en un costado. Como me gustaba! Cada vez que iba a casa de Caro contemplaba el abanico que Coca solía dejar dentro de la ponchera sobre la mesa del comedor. Un día me contó la historia del abanico; su madre nacida en Málaga era gitana, a los 20 años conoce un muchacho en el pueblo y se enamoran; en su casa se niegan rotundamente a aceptar la relación porque el no era gitano y amenazan con casarla a ella con un primo que vive en otro pueblo. Entonces la pareja se escapa, se casan y un tiempo después se embarcan rumbo a América; el día que sale de su casa con lo puesto para no delatar su intención de escapar, le pide prestado el abanico a su madre; sabe que no volverá a verla y quiere llevarse algo de ella. Asi el abanico era el único recuerdo, la única referencia que Coca tenía de su abuela materna a quien solo conoció por los relatos de su madre.
La casa de Caro y Coca se convirtió en mi segunda casa, alli jugué, estudié, crecí, pasé buenos y malos momentos; allí en la cocina de mis amigas lloré a los 16 el final de mi primer amor, cosa que ni siquiera hice en mi propia casa. Ellas dos fueron parte de mi vida y mi familia.
El año pasado le diagnosticaron a Coca un cáncer de páncreas que la fulminaría en 6 meses. Estuvo varias veces internada, la última internación duró como un mes durante el cual fui a verla cada vez que pude. Un sábado a la mañana llego a la clínica y la encuentro discutiendo con Carolina. -“No se quiere cortar el pelo- me dice Caro – y con tantos días en cama la trenza está hecha un matete imposible de peinar, se la tiene que cortar.” Caro está triste, nerviosa y agotada, “tengo que ir hasta la obra social, te podés quedar un ratito?” “Claro – contesto- andá tranquila”. Nos quedamos solas. Coca está muy desmejorada ya, pero conserva su sonrisa.
“Te puedo pedir un favor Anita?” – pregunta.
“Si obvio Coca, querés que te vaya a comprar algo?”
“No, decime Any, no te animás a desenredarme la trenza?? No tengo fuerzas para peinarme yo y no me la quiero cortar!!”.
Me parte el alma el pedido, no puedo decirle que no. Asi que con mucha paciencia le desarmo la trenza, la verdad es que Caro tiene razón, es una maraña. Voy hasta el kiosko y compro un par de sobrecitos de crema para peinar y arranco. Me lleva casi tres horas desenredarle el pelo, lo hago despacio, no quiero tironearle ni hacerle mal. Armo la trenza que ahora es gris, y la enrosco no en un rodete sino enmarcándole la cara, para que no le moleste al apoyar la cabeza en la almohada. Cuando vuelve Caro no lo puede creer, las dos están tan contentas ... . Me despido de Coca que me abraza fuerte y me agradece sin palabras. De saber que era la última vez que la vería, también le hubiera agradecido por tantas cosas! o me hubiera quedado mas tiempo o algo, no sé . Coca murió tres días después, a fines de noviembre.
Ayer feriado me llama Caro para invitarme a comer, “venite que el Gordo quiere estrenar el disco que se compró con un pollito a la cerveza”. Ok voy; un éxito el pollo, estaba buenísimo!Se hace larga la sobremesa, la familia del Gordo propone tomar unos mates pero yo paso, son las cuatro y media de la tarde ya y tengo un par de cosas que hacer en casa, así que me despido y Caro me acompaña hasta la puerta:
“Antes de irte, tomá esto es para vos” – me da un paquetito alargado envuelto en papel de regalo.
“Que es esto? – pregunto- no es mi cumple hoy ...”
“No ya sé, esto – me dice- es un regalo de Coca para vos” . Abro el paquete y adentro está el abanico negro; se me nubla la vista, “estás loca, como me vas a dar el abanico de tu vieja?”
“Ella quiso , te acordás del sábado que la peinaste? Bueno, se quedó tan feliz ese día! dijo que quería agradecerte y sabía que te gustaría conservar el abanico negro, que en realidad siempre había pensado en regalártelo, pero se le fue pasando ... charlamos tanto ese sábado, nos acordamos de tantas cosas ... y vos estuviste siempre presente. Te quiso mucho mi vieja sabés?”
Tengo un nudo en la garganta que me impide hablar, asi que le doy un beso a Caro y me voy corriendo. No tengo su gracia para usar el abanico, no pega con los jeans ni con el tipo de ropa que uso habitualmente. Para una fiesta quizás ... mmm si, puede ser. Mientras tanto tengo pensado llevarlo a que le hagan un soporte o algo para colgarlo en la pared del living, desde allí me va a alegrar la vista y el ambiente y seguramente a Coca le gustaría la idea ...
Y soy tan colgada que 8 meses después todavía tengo el abanico en su cajita, sorry Cocucha, voy a ver si en estos días me encargo del tema.
Buena semana para todos.-
Y soy tan colgada que 8 meses después todavía tengo el abanico en su cajita, sorry Cocucha, voy a ver si en estos días me encargo del tema.
Buena semana para todos.-
37 comentarios:
HOLAAA AMIGAAAA MUY LINDA ENTRADA ESPERO QUE TENGAS UNA SEMANA GENIALL
SALUDOS CHRISSSSSSSSSSSSSSSSSS
Qué lindo homenaje!
Aprovechá que se viene el calorcito y usá el abanico de Coca, seguro que ella será muy feliz viendo que lo tenés contigo.
Besos
Ayyyyyy casi me hiciste llorar!
Qué bueno que hayas re-publicado la entrada para "el público que se renueva".
Qué lindo gesto tuvo Coca con vos y la hija lo mismo al comprenderlo.
Hermosa historia.
Besos
any: te confieso que me puso un poco triste pero como vos decís, noviembre ya se va y vienen nuevos vientos
me encantó todo tu relato y no creo que tengas el abanico en la cajita solo por colgada, es que a veces uno necesita tiempo hasta para abrir una caja y encontrarse con algo que nos recuerda a alguien
te mando un beso grande
Claro que recordaba la entrada perfectamente. ¡Un año ya!
Y bueeee, he leído muchos blogueros últimamente que no se llevan bien con este mes. Yo lo adoro, porque acá el cielo siempre es más limpio, el aire trae un friíto rico, las noches son pletóricas de estrellas y la luna se ve más hermosa. Además porque cumple años mi mamá.
Pero bueeee, yo adoro todos los meses.
En fin, Any, te dejo un fuerte apapacho. Gracias por compartir de nuevo esta hermosa historia.
Gracias chicos de Mundo Animal, buena semana para uds también
Lady, no sé si lo voy a usar alguna vez, pero es algo que voy a conservar siempre
Lola, la verdad que me emocionó mucho que Coca haya querido que yo conservara el abanico, ella sabía que a mi me gustaba ...
Vir, es cierto, quizás todavía no lo saqué de alli porque el recuerdo me pone triste, pero creo que ya es hora
Nancy, si, menos de un año. El blog cumplirá un año en enero.
A mi Noviembre no me gusta, me trae demasiados recuerdos tristes. Igual supongo que será casualidad que se yo.
un beso
Claro que recuerdo haberlo leído! pero te digo la verdad, me emocionó otra vez, como la primera.
Para mí noviembre en cambio es un lindo mes, me gusta. Nada especial, pero empezando por el azul de las flores de jacarandá me resulta un mes muy alegre.
Espero que pronto se le pase la melancolía vecina!
un abrazote!
Pues yo es la primera vez que lo leo, Any, porque hace un año no te conocía. Y me ha encantado. Una historia muy bonita, de amistad, de amor y de un regalo precioso.
Usalo.
En verano puedes llevarlo en el bolso y hay que ver lo que alivia abanicarte esos dias de calor infernal, en lugares cerrados sin aire acondicionado.
Conforme pasen los años, le daras mas al abanico,ya veras.
De momento se me ocurre que puedes lucirlo en uno de esos soportes para platos de ceramica o porcelana ¿sabes cuales son?
Voy a buscar y te envio una foto.
Un besito
Un lindo relato que leo por primera vez y me llena de emociones.
Un bello homenaje a Coca.
Un beso y ánimo que ya solo quedan 7 días para que comience Diciembre.
Any, yo soy de las nuevas que lee la historia de Coca por primera vez y me conmoviò muchisimo. La describiste tan bien que me imagino a Coca con su larga trenza y su abanico...
Qué decir? Me encantò! Y yo, tengo 2 abanicos (uno marròn y uno rosa con florcitas pintadas) que me compré en una feria... porque cuando tengo calor me transpira mucho la cara y odio apantallarme con cuanto cartoncito, papelito o carpeta tenga a mi alcance... asi que me siento toda una bailaora (para no pensarme como una integrante de locomia!) cuando me abanico y lo abro y lo cierro para escuchar ese ruidito que hace mi abanico!
Besos Any y buena semana
Arranco el lunes leyendo el primer blog, el suyo... ¡¡y me saca tantos lagrimones, caramba!!!
Hermoso homenaje a Coca, bello BELLO!!!
Comparto la idea: noviembre, ¡¡tampoco me gusta!! (en realidad de noviembre ¡¡a abril!! já)
Besotes!!
me dio mucha nostalgia el post. Cuantas despedidas viene sobrellevando, amiga.
que lindo poder recordar a alguien con alegría.
Neo, ah vecina, no sabía que ud lo había leído.
En realidad lo de mi idea hacia el mes de noviembre es personal, comprendo que a la mayoría le guste este mes.
Tag, si, es posible que lo coloque en uno de esos soportes. No creo que lo use, me daría pena que se arruine o perderlo (yo pierdo todo). Quizas para una fiesta podría usarlo alguna vez ... veré.
Esme, gracias. Siii ya se va Noviembre! faltan unos poquitos días solamente =)
Mai, ahjajajaj me hiciste reir con lo de Locomía, no se me había ocurrido. A mi también me gusta el ruidito que hace al abrir y cerrar!
Y yo me apantallo con cualquier cosa, soy re-crota en eso
Cando, gracias por sus palabras.
A ud me parece que lo que no le gusta son los "turistas" rompe-guindas que aparecen por esta época no? ajjajajaj
Rochie, si las despedidas son tristes. Y Noviembre es eso para mi, un mes de despedidas, empezando por mi viejo ... en fin.
Any...el largo adiós, y ese abanico lleno de imagenes. No sé qué decirte?? Abanícate el dolor, respira hondo, Coca traza unos pasos gitanos, vendrá diciembre y enero, los meses, los años, pero...
Bsito muuuy dulce, cariños.
Hola, me has pillado sensiblera hoy y he añadido la tristeza de este relato con la que ya portaba a la espalda. Yo paso lo mismo desde hace años, cada mes de septiembre, cuando se fue mi papá. Evito todo el mes mirar el calendario esperando que pase pronto el día 13 por no sentir el dolor. Y, de ceho, hoy día, sigo sin poder mirar sus fotografías, paso cerca y les echo una miradita de reojo... suspiro y trato de pensar en otra cosa.
Un abrazo muy fuerte.
Muy lindo homenaje, escribís muy bien. Lo bueno es que ya se termina noviembre, lo malo es que empieza diciembre :P saludos, suerte Any!
Ay...Any..has hecho que me emocionará!!!
Vaya detallazo tuvo Coca contigo!!
me ha encantado
sara
No conocía la historia Any y me encantó, me hiciste soltar una lagrima, de emoción, tendrias que enmarcarlo abierto como dentro de una vitrina con puertita de vidrio para verlo. Que linda tu entrada. Lindo el recuerdo de tus amigas. un beso.
Yo no conocia la historia.
ME HA SUBYUGADO.
Es tierna, sentida, vivida y compartida.
Creo que todos hemos sido Any, mientras leíamos la historia...
Es precioso tener esos recuerdos tan dulces de quienes se han ido.
Un besito.
Yo también lo había leido.
Es una melancolica, pero linda historia.
Parece que noviembre no es buen mes allá en Rosario.
Y sí, hay momentos para la alegría, para el casnancio, para la melancolía...
Ojalá ésta desaparezca pronto y le lleguen mejores aires.
Por lo pronto, los lectores le hacemos el aguante.
Abarzo y buena semana!
Natalia, el abanico está lleno recuerdos, por eso me emocionó tanto recibirlo. Coca era una persona muy alegre, y espero que su abanico me traiga eso, alegría.
Vero, si es difícil aprender a recordar a los que quisimos tanto con una sonrisa, lleva tiempo. Ya llegará.
un abrazo
Tomás, gracias. Es cierto, Diciembre y correr como si se terminara el mundo, y las fiestas, y otro año que se va ... . En realidad uno empieza a recuperar la paz en enero recien. Y bue ...
Sarita, gracias linda! Que bueno que te gustara.
Te mando un beso grande
Norma, si algo de eso haré seguramente, para que me acompañe desde un rinconcito de mi casa. Gracias Normita querida
Luna, es un buen recuerdo, los recuerdos de la niñez y la adolescencia son los mas fuertes. Gracias por tus palabras
Amigo ojO, gracias por el aguante che! Aqui estamos tratando de que la melancolía se vaya con el mes de Noviembre, y que Diciembre venga mas esperanzador
Gracias amigo por andar siempre cerca, un abrazo
Hola! soy nuevita en los blogs y por lo tanto es la primera vez que leo esta entrada. Le has hecho un homenaje muy tierno a tu querida Coca. Que lindo es poder tener la oportunidad de demostrar cuánto cariño le tenemos a alguien. No con palabras, sino con gestos, en esa trenza blanca tejiste tu despedida. Un besote
Muy linda historia. Emotiva también. Creo que Coca te quería de verdad.
Salute.
Linda historia, muy emotiva.
¿Qué hizo finalmente con el abanico? ¿Está colgado?
Si es así, la felicito. Si no, póngase las pilas.
Un saludo.
Me ha vuelto a conmover esta historia...
Noviembre.... no se si me gusta o no, pero puede ser que tenga algo en como suena, que no sea del todo agradable o de buenos augurios. Me estás sugestionando!!!! jajaja.
Hermoso post, que valió la pena volver a subir y leer.
Fuerte de abrazo bien madrugador.
PaulyS, me gusta pensar que cumplí su deseo, fué una forma de devolverle tantos años de amistad.
Gracias por tu visita
Julian, el sentimiento era mutuo
un saludo
Yoni, no el abanico todavía está en su cajita. Si, me tengo que poner media pila y colgarlo.
un abrazo
Cas, no! no se sugestione! Esto de Noviembre es algo muy personal, no quiere decir que sea asi para todos.
Me alegra verla por aqui amiga y que sus temas vayan mejorando.
un beso
Hola Any!
Qué entrada! Es triste pero me encantó! Sí, ella estaría feliz de no haberse cortado el pelo! Para las personas que toda la vida lo usaron muy largo cortarlo es muy impactante. Le hiciste un regalo muchísimo más grande de lo que pensás.
Ella debe estar contenta (donde sea que esté) del cariño que tenés por su abanico y de haber inspirado esta entrada.
Un beso grandoooote. Ya pasa noviembre. Ánimo!
Ya lo había leído, pero ahora saber que Coca se fue en este mes es distinto, te entiendo mucho.
Un beso grande.
Tu relato me ha emocionado mucho.
Que linda historia!
Seguro que te ve desde entre las nubes y se alegra.
Un beso.
Vinimos con la guardia baja, y nos revolviste el alma... nos vamos hechos unos bollitos de sentimientos.
Lady, si me gusta pensar que donde esté, está contenta de que yo conserve su abanico; ella lo quiso asi y asi será
Mariela, gracias amiga, un beso grande para vos
Sundance, hola! tanto tiempo. Como va la vida? Como va el trabajo?
un abrazo
Chuquis, gracias y no se pongan tristes! a ver una sonrisa?
Ya pasa, ya se va Noviembre
=)
Hola Any! ¿cómo va?
te cuento quemi último post,el del caleidoscopio, surgió porque precisamente este domingo me compré uno. También me encantaron desde siempre y se me rompieron dos, el último, hace poco, se le cayó a la hijita de un primo! Así que este domingo que fui a la feria del boulevar con mis hijas vi un puesto en el que hay de toda clase de caleidoscopio, y no pude resistir la tentación! ejjejee. Después vino el post...
te paso el dato por si te querés comprar uno! ejjeje
besitos de colores!
Conmovedora la historia, acá en España se usa el abanico, así que si un día venís lo vas a poder usar, todos estamos entrelazados como esa trenza, quizás un día te encuentres en Málaga con el abanico....
Donde esté Coca estará sonriendo con tu entrada.
Besos:)
orale, tambien me gusta esa canción, la sé tocar... aunque sean unos simples trastes y un sencillo requinto, pero me la se... je
valla, que historia tan linda, muy emotiva... tuviste mucha suerte de conocerla...
ya, yá pasará noviembre se pasará tan rápido... como una inyección, al principio duele, pero después sientes el alivio...
saludos!!!
Que me ha conmovido (y mucho), la historia, creo que el transmitirnos lo especial que era Coca, y lo mucho que se querían es verdaderamente un lindo homenaje para ella.
Un abrazo.
Hay qué triste, se me puso las piel de gallo!. Cuantas sensaciones me trasmitió tu relato por dios!. Qué dicha tuviste Any en haber conocido a Coca!
beso
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